El papa Francisco fue recibido este martes 16 de enero por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en el Palacio de la Moneda y dio un discurso donde aseguró que es "justo pedir perdón" por los abusos cometidos por miembros de la Iglesia católica a menores de edad, en distintos países.
Cabe señalar que tras la visita del sumo pontífice —arribó a Santiago el 15 de enero—, se desarrollaron algunas protestas donde se remarcó el encubrimiento a presuntos curas pederastas de aquel país sudamericano. Por su parte, el ex cardenal Bergoglio aseguró: "No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia".
Por otro lado, el argentino instó a "fomentar una cultura que sepa cuidar la Tierra", pero señaló que para ello no basta con "ofrecer respuestas puntuales a los graves problemas ecológicos y ambientales que se presentan". En efecto, solicitó "audacia de ofrecer una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad" para resistir "la irrupción del poder económico en contra de los ecosistemas naturales".
Además, opinó que "la sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte". En ese sentido, vale decir que algunas agrupaciones indígenas se manifestaron en contra de la visita del máximo exponente del catolicismo, por ello sus palabras toman mayor relevancia.
Para concluir, le dijo al pueblo chileno: "Chile tiene en sus raíces una sabiduría capaz de ayudar a trascender la concepción meramente consumista de la existencia para adquirir una actitud sapiencial frente al futuro".
El martes fue el primer día de actividades oficiales programadas en la gira de Francisco en Sudamérica. A partir del 18 de enero volará a Perú para continuar con su agenda y regresará a Roma el domingo 21.