Un estudio elaborado por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos) y publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B revela que ser sociable resulta perjudicial y provoca una muerte más temprana.
Para llegar a esta conclusión, esos especialistas observaron durante 13 años el comportamiento de 11 colonias de marmotas de vientre amarillo en Colorado (EE.UU.) y percibieron que los animales menos sociales vivían una media de dos años más.
Los investigadores sugieren que los ejemplares de 'Marmota flaviventris' que prefieren la soledad no se contagian con determinadas enfermedades, mientras que los más comunicativos y viven en grupos tienen más opciones de despertarse durante el periodo de hibernación, un hecho que eleva el riesgo de fallecimiento por falta de alimento.
En osos o pumas la familiaridad está directamente relacionada con la mortalidad, así que el hecho de que algunos de estos mamíferos opten por relacionarse menos con sus congéneres podría estar motivado por la necesidad de preservar la especie.
De todos modos, es posible que esta estrategia no funcione con el ser humano, ya que otras investigaciones indican que el efecto que produce la soledad es comparable al daño que provoca la obesidad a nuestra salud: puede recortar la esperanza de vida hasta un 30 %.