El papa Francisco en América Latina: ¿La Iglesia se reconcilia con los pueblos originarios?
"El papa quería conocerme. Me escribió por mail, no lo podía creer", relata el músico argentino Juan Namuncurá, de origen aimara y mapuche. El miércoles 17 de enero, durante su breve gira sudamericana, Francisco se reunió con el artista en la ciudad chilena de Temuco, donde entablaron un cálido encuentro: "No paraba de abrazarme, siempre tomado de mis manos, fue todo muy afectivo", recuerda, y por las dudas aclara que no es católico.
Días antes, el miembro del movimiento Pueblos de la Madre Tierra le escribió una carta al sumo pontífice –a la cual accedió RT– donde se destaca "una enorme cantidad de abusos" padecida históricamente por las comunidades aborígenes de Argentina, Chile y la región. En su texto, menciona que desde hace muchos años hay "una ruptura de compromisos, reconocimientos y leyes dictadas, lo que llevó a habilitar la venta fraudulenta de los territorios asignados".
Hasta la fecha de aquella reunión, al menos diez templos católicos habían sido incendiados de forma anónima, mientras el papa desarrollaba sus actividades en territorio chileno. El gobernador de la provincia de Malleco, Benigno Quiñones, informó que en la zona donde se quemó una iglesia de su distrito se encontró un panfleto que pedía "libertad a los presos mapuches", informó Biobiochile, aunque todavía no se confirmó la autoría de los ataques.
Diferenciándose de los actos violentos, en su mensaje dirigido al líder del Vaticano, Juan resaltó los intentos por conseguirmayor representación democrática en el Congreso argentino. Al mismo tiempo, mencionó la lucha de unos 25 años para que el país respete el Convenio Sobre Pueblos Indígenas y Tribales, en vigencia desde 1991 e impulsado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). "Necesitamos su apoyo puntual en diferentes áreas y gestión", le solicitó al papa, sin vueltas, y sumó: "Me pongo a disposición para analizar detalles estratégicos y aparentemente subyacentes, en persona, con usted querido Francisco o con quien considere y designe para tal fin".
Lavado de cara
¿La Iglesia católica intercederá en los históricos reclamos indígenas, tan presentes en las sociedades de Chile y Argentina? "No comentaría lo que hablé con Francisco, fue un momento íntimo, pero puedo decir que está de acuerdo en todo lo escrito en la carta. Repito, en todo", confirma Namuncurá, descendiente de reconocidos loncos –líderes de comunidades mapuches– y de Ceferino –beatificado por la Santa Sede–, quien llevaba su mismo apellido.
Es difícil negar las palabras del productor musical si se tiene en cuenta que los indígenas fueron unos de los grandes protagonistas de los discursos papales en Chile: "La sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte" para "fomentar una cultura que sepa cuidar la Tierra", expresó el máximo referente del catolicismo a nivel mundial el pasado 16 de enero en el Palacio de la Moneda, junto a la presidenta Michelle Bachelet.
Cabe considerar que en el Cono Sur la disputa territorial entre los gobiernos, grandes terratenientes y muchas comunidades mapuches tomaron mayor relevancia en los últimos meses. En el lado argentino de la cordillera subió la tensión tras la muerte de Santiago Maldonado, cuyo cadáver fue hallado en las frías aguas del río Chubut, al sur del país, y en Chile son habituales los enfrentamientos con la Policía. Pronunciar estas ideas frente a una mandataria partícipe del conflicto es un gesto político para nada despreciable. En efecto, Francisco es el vocero más importante de la religión católica para 1.200 millones de fieles, según la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
Sin embargo, más allá de la religión y el aspecto discursivo, resta por ver si el Vaticano participa del conflicto con un rol político activo o si se mantiene al margen, sin llevar acciones concretas. Por lo pronto, el excardenal argentino Jorge Mario Bergoglio insta a las partes a dialogar y evitar las acciones violentas.
12 millones de masacrados
La nueva postura de la Iglesia es histórica, por ello resultan importantes las consideraciones de un historiador para comprender mejor el contexto político, religioso y regional del siglo XXI: "Uno de los objetivos de Colón y la Corona española, además de conseguir oro, era evangelizar la región", enseña Sergio Wischñevsky, haciendo una reseña sobre la conquista de América a partir de 1492. Pero, ¿qué significa evangelizar? "Hablamos de 12 millones de indios muertos, el primer gran genocidio de la historia", resume el docente de la Universidad de Buenos Aires.
Para graficar mejor el rol de la institución hoy representada por el primer papa latinoamericano, Wischñevsky resalta que "ningún conquistador iba sin un cura en sus filas, la Corona tampoco lo habría permitido", y profundiza: "Una normativa decía que antes de cualquier conquista, los españoles debían leer un documento donde invitaban a los indígenas a recibir la religión de Cristo. Entonces, alguien a lo lejos leía eso, pero después se atacaba. La evangelización se hizo así, de forma brutal". Parece una sátira, pero este mecanismo sembró la sangre aborigen en América, en nombre de Dios.
Para tomar mayores dimensiones del argumento religioso que justificó la matanza masiva de indígenas en manos del hombre blanco, el profesor relata "una historia muy curiosa sobre la conquista del Perú": "Los españoles le ofrecieron la biblia a Atahualpa –líder del Imperio Inca–, diciéndole que era la palabra de Dios. Como Atahualpa no ve ninguna palabra, la tira. Entonces, los europeos se sentían autorizados para apresarlo y atacarlos". Cabe preguntarse si Atahualpa tiró el libro por no saber leer español, o por no haber encontrado ningún mensaje divino en su interior.
"Gran desencuentro"
"El solo hecho de que los españoles pensaban que los indios no tenían religión, habla del gran desencuentro; no los conocían para nada", subraya el experto. Y va más allá: "Hubo un proceso inquisitorial en América, las religiones de los indios estaban prohibidas, así como los cultos. Si te encontraban profesando otra cosa, te mataban, como pasó en Europa con la persecución de brujas".
Según explica el entendido, los invasores "construyeron la religión en base a ritos anteriores", y ejemplifica: "Muchasiglesias están sobre templos incas. En Cuzco –Perú–, que fue el gran centro religioso inca, se construyó la catedral más grande".
Sin embargo, Sergio señala que no todas las corrientes eclesiásticas fueron tan macabras durante la ocupación del continente, mencionando a los jesuitas y franciscanos, pero fueron relegados. Además, subraya el caso del cura Bartolomé de las Casas, quien fue "el primero en plantear que los indios tienen alma, es como decir que son seres humanos". Eso generó una declaración papal en el siglo XVI donde se reconocía a los indios como seres humanos. Hasta ese momento, el hecho de no tener alma bastaba para garantizar la esclavitud, dentro de la lógica imperialista.
Asimismo, el maestro de la Facultad de Filosofía y Letras destaca que "algunos curas se tomaron el trabajo de aprender lenguas indígenas, para entenderlos y llevarles su doctrina cristiana de otra manera, incluso se tomaban el trabajo de hacer diccionarios de pueblos originarios". Para finalizar, comenta: "Hubo muchas comunidades que incorporaron la religión cristiana porque no les quedaba más remedio, pero la reconfiguraron. Por ejemplo, aceptaban a la Virgen María, pero para ellos era la Pachamama".
Leandro Lutzky