La altura de los ocho prototipos del muro fronterizo que el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mandó a construir en San Diego (California) los hace prácticamente impenetrables y podrían detener el flujo de inmigrantes indocumentados en la frontera sur. Así lo establece un informe del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., en donde se dan a conocer los aciertos y fallos. Sin embargo, no se informa cuál sería el ganador, reportó la agencia AP.
Durante tres semanas se realizaron pruebas para constatar qué tan efectivas son las barreras, que alcanzan 9,1 metros de altura. Miembros de las Fuerzas Armadas con base en Florida y del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza intentaron penetrar o escalar los muros. Para ello, utilizaron martillos, sierras y antorchas, entre otros, declaró una fuente relacionada con las pruebas.
Las empresas participantes en su construcción cobraron entre 300.000 y 500.000 dólares por cada prototipo. Cuatro de ellos son decemento y los otros cuatro de otros materiales.
De acuerdo con la fuente, unas barreras de acero transparentes con cemento en la parte superior son las que tienen un mejor diseño. El informe recomendó combinar distintos modelos con base en el terreno donde vayan a ser instalados.
El documento señala que se prefiere que los muros tengan en la parte baja una reja de acero, ya que permite a los agentes observar qué pasa al otro lado de la frontera. Además, sería más sencillo de repararlos ante posibles hoyos que pudieran hacerse, relató el informante.
La construcción de un muro fronterizo con México fue una de las principales promesas de campaña de Donald Trump y también se ha convertido en un tema de tensión con su vecino del sur, tras decir en reiteradas ocasiones que el país latinoamericano será el que pagará su construcción.