"Deseo esclarecer que en mi caso, con independencia de la fecha en que se perfeccione la Constitución, este será el último mandato". Estas fueron las palabras con las que Raúl Castro anunció en 2013, tras ser reelegido presidente de Cuba, que abandonaría el poder en 2018, una vez transcurridos dos lustros al frente del país. Antes había indicado que este debía ser el plazo máximo de un dirigente en su cargo.
El momento señalado se aproxima y muchos se preguntan si este será realmente el inicio de una etapa en la que ningún miembro de la familia Castro gobernará la nación caribeña.
Sin embargo, el pasado domingo se supo que el presidente cubano había sido nominado como diputado para la Asamblea Nacional del Poder Popular, el órgano legislativo unicameral de la Isla. De esta forma, aunque abandone su cargo como mandatario de la nación, mantendría su banca en el Parlamento, como también lo hizo su hermano Fidel Castro, líder histórico de la revolución cubana, hasta su muerte en noviembre del 2016.
Además, Raúl Castro se mantendrá al menos hasta el año 2021 como Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, el único permitido en el país, instancia que tiene entre sus potestades la de nombrar y destituir a altos funcionarios.
Paralelamente a la nominación de Castro, se llevó a cabo la del actual primer vicepresidente del país, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, que se prevé que sea su sustituto. Díaz-Canel aseguró que el proceso electoral cubano es uno de los más democráticos del mundo y resaltó el "impacto de la presencia de muchos jóvenes".
La nueva sesión, en que la Asamblea aprobará a los nuevos miembros del Consejo de Estado y de Ministros, el máximo órgano de Gobierno en Cuba, tendrá lugar el 19 de abril, fecha histórica que conmemora la conocida como "victoria de Playa Girón", invasión llevada a cabo en 1961 por grupos contrarrevolucionarios organizados desde territorio estadounidense, que fue catalogada por las autoridades cubanas como la "primera derrota del imperio en América".