El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed ben Salmán, ha ordenado este sábado el traslado a una prisión de máxima seguridad de los millonarios y miembros de la realeza que se encontraban recluidos en el lujoso hotel Ritz-Carlton de Riad.
Las autoridades saudíes planean ahora emprender acciones legales contra los detenidos, que se niegan a pagar las cantidades de dinero que se les reclaman, informa The Wall Street Journal.
A finales del pasado año, Salmán puso en marcha una campaña contra la corrupción que se tradujo en el arresto de más de 200 personas, incluidos diversos príncipes, hombres de negocios y millonarios. Se estima que las autoridades han recuperado alrededor de 100.000 millones de dólares del dinero supuestamente obtenido de forma ilícita por los investigados.