Varias cabezas de maniquíes rociadas con pintura roja han aparecido este sábado frente a la oficina de la Autoridad de Población, Inmigración y Fronteras de Tel Aviv. Aparentemente, se trata de una acción de protesta contra los planes del Gobierno israelí de forzar a los refugiados africanos a salir del país.
Según medios locales, las cabezas de plástico iban acompañadas de notas en las que se advierte que esto es "solo el comienzo" y que la deportación planificada de solicitantes de asilo "no se realizará en silencio". Asimismo, las notas denuncian que la muerte aguarda a estos refugiados en casa, aubrayando que "su sangre está en vuestras manos".