La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha modernizado su bomba no nuclear más grande, la GBU-57, según ha confirmado a Bloomberg la capitana Emily Grabowski, portavoz de la Fuerza Aérea. Se trata de la cuarta modificación, que "ha mejorado la eficacia contra los objetivos resistentes y enterrados a profundidad".
La bomba antibúnker GBU-57 pesa unas 13 toneladas y puede ser transportada solo por los bombarderos furtivos B-2. En teoría, podría ser utilizada contra enemigos como Corea del Norte si en medio de las tensiones el Gobierno estadounidense decide atacar las instalaciones militares subterráneas del país asiático.
Este mes EE.UU. desplegó tres bombarderos estratégicos B-2 Spirit a la isla de Guam, territorio no incorporado de EE.UU. en el Pacífico. Grabowski se negó a comentar al citado medio si las bombas GBU-57 también fueron enviadas a aquella región.
Mientras tanto, las manecillas del fatídico Reloj del Apocalipsis ya se movieron 30 segundos adelante y ahora marcan las 23:58. De esta manera el artilugio simbólico advierte de que el mundo está a dos minutos de una catástrofe nuclear.