El empleado de la Agencia de Gestión de Emergencias de Hawái detrás de la falsa alerta de misiles del pasado 13 de enero no se equivocó de botón. Sencillamente, pensó que el territorio estadounidense estaba siendo atacado de verdad, según informó este martes Reuters.
En un principio, la falsa alarma, que hizo sumir en el pánico colectivo a los habitantes de Hawái, fue explicada como consecuencia de un error humano de un empleado por la Comisión Federal de Comunicaciones.
Aquel día, la Agencia de Gestión de Emergencias de Hawái puso en marcha un simulacro de ataque con misiles con la controvertida frase "esto no es un simulacro". Para posteriormente matizar: "Ejercicio, ejercicio, ejercicio".
Alertado por la primera frase, el funcionario que emitió el aviso no llegó a escuchar estas tres últimas palabras y dio la señal de alarma. Pasaron 38 minutos antes de que el mensaje fuera desmentido por las autoridades. El empleado, cuya identidad se desconoce, fue despedido.
Asimismo, dos altos funcionarios civiles de la Agencia de Gestión de Emergencias de Hawái, el administrador Vern Miyagi y el oficial ejecutivo Toby Clairmont renunciaron a sus cargos, según se anunció en una conferencia de prensa en Honolulú.