El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, encendió alarmas en torno a la creciente influencia de Rusia y China en América Latina, y llamó a los Estados latinoamericanos a resguardarse de "potencias lejanas que no reflejan los valores fundamentales compartidos en esta región".
Durante un discurso pronunciado en la Universidad de Texas, Austin (EE.UU.), Tillerson afirmó que la "presencia creciente" de Rusia en la región es "alarmante". El diplomático sostuvo que Moscú vende armas y equipo militar a "regímenes hostiles que no comparten ni respetan los valores democráticos", según cita AP.
Cooperación sin injerencia
El Departamento Latinoamericano del Ministerio ruso de Exteriores declaró hace ya un año que los lazos de Rusia con Latinoamérica no dependen de relaciones con terceros países, y que Moscú solo busca la cooperación con la región, "sin actuar contra las relaciones históricas de América Latina con EE.UU.".
"Para todos los países de América Latina y el Caribe, el desarrollo de vínculos con Rusia es una parte importante de su política nacional", indicó Alexánder Schetinin, director de ese departamento, en entrevista con RT.
Schetinin explicó que la cooperación rusa en Centroamérica se basa "en la seguridad pública y en el apoyo al desarrollo", mientras que el resto de Latinoamérica muestra además interés en la adquisición de vehículos y equipos rusos para la defensa nacional y la prevención de desastres naturales.
China, poder imperial
Por otra parte, el secretario de Estado Tillerson advirtió a Latinoamérica acrca de lo que llamó "actores depredadores". Para el diplomático, las nuevas inversiones llevadas a cabo por China en la región están marcadas por "injustas prácticas comerciales", reminiscentes del colonialismo europeo, y a la larga representarían un alto costo para esos países.
"Latinoamérica no necesita ningún poder imperial nuevo", acotó Tillerson en su discurso.
Tillerson en Latinoamérica
El secretario de Estado inició una gira que se extenderá durante la próxima semana por México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica. Su recorrido busca preparar el terreno para la Cumbre de las Américas, que se celebrará en abril en Lima.
En México, como primera parada, Tillerson abordará temas sensibles para la relación bilateral, como las cuestiones relacionadas con la frontera, la seguridad, el comercio y, en especial, con la inmigración ilegal.