El Departamento de Defensa de EE.UU. tiene planeada para este viernes la publicación de una nueva doctrina nuclear, en la que se define el concepto, el alcance y la dimensión de las fuerzas nucleares estratégicas del país para las próximas década. El documento sigue a las ya presentadas estrategias de Defensa y Seguridad Nacional.
Según el documento, titulado 'Revisión de la postura nuclear', EE.UU. pretende modernizar sus fuerzas nucleares y aumentar significativamente el número de tales municiones a fin de hacer frente a sus principales rivales en ese ámbito: Rusia y China. Esto se desprende de un borrador que en enero llegó a manos de los medios.
De los extractos filtrados se deriva que la Administración del presidente Donald Trump no está contenta con el estado actual de sus fuerzas nucleares. Los militares estadounidenses consideran que Rusia tiene "serias ventajas" sobre EE.UU. y sus aliados en términos de producción de armamento nuclear estratégico y táctico, al igual que de armas convencionales.
Por otra parte, los autores del borrador —que también pone en la mira las fuerzas nucleares de Corea del Norte e Irán— afirman que Moscú no descarta amenazar con armas nucleares, e incluso utilizarlas de forma limitada con el fin de obtener ventajas circunstanciales ante Washington y la OTAN.
"Corregir esta errónea percepción rusa es un imperativo estratégico", enfatiza el texto de 60 páginas, donde además se agrega que Rusia actualmente se aleja de las propuestas estadounidenses para una nueva ronda de desarme nuclear en el marco del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III).
Dicho tratado, firmado por Washington y Moscú en 2010, estipulaba la reducción de las armas nucleares estratégicas a 1.550 unidades para cada una de las partes antes de 2018.
La doctrina nuclear rusa
Al respecto, el Kremlin ha expresado con anterioridad la intención de entablar un diálogo positivo para cumplir la meta, pero no ha logrado obtener garantías de que la Casa Blanca no reutilizará las partes desmanteladas en el marco del START III en la construcción de nuevas armas nucleares.
En cuanto a la propia doctrina nuclear rusa, la Cancillería del país ha informado que, efectivamente, las condiciones para el uso de armas nucleares por parte de Rusia están formuladas, pero de una forma tan severa y restrictiva que son puramente hipotéticas.
Por otro lado, desde la Cámara Alta del Parlamento ruso aseveran que Washington, con esta doctrina, trata de culpar a Moscú de lo que ellos mismos son culpables.
"Rusia ve las fuerzas nucleares estratégicas como un sistema confiable para contener la agresión enemiga a gran escala, no como un armamento ofensivo. Y les recuerdo que no fue Rusia, ni su predecesora Unión Soviética, la nación que usó armas nucleares contra civiles", aseveró Víktor Bóndarev, jefe del Comité de Defensa y Seguridad del Consejo de la Federación rusa, según cita RIA Novosti.