Aunque desde el Partido Popular (PP) aseguran no estar preocupados por las encuestas, los últimos datos sobre intención de voto, que reflejan un notable ascenso de Ciudadanos, parecen haber incrementado la hostilidad de los populares hacia la formación de Albert Rivera. "No gobernamos para las encuestas y los vientos que soplan –asegura el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando-. Quizá son otros los que están todo el día con actitudes veleta", añadió en referencia a Ciudadanos.
Sea real esa despreocupación o no, lo cierto es que la reunión que mantuvo Mariano Rajoy este lunes con los presidentes autonómicos y regionales de su partido ha disparado las especulaciones sobre el posible malestar que podría existir en el PP con respecto al impulso que está tomando Ciudadanos, que se sitúa en posición de disputar a los populares la hegemonía en la derecha española.
Los puntos débiles del PP
Por su parte, Ciudadanos también ha elevado el tono contra el que ahora parece su principal rival parlamentario: "El caso PP no tiene fin, es un partido que se descompone por la corrupción", dijo Albert Rivera durante la comisión del Congreso que investiga la presunta financiación ilegal del PP.
El propio Rivera insistió en que "España necesita un presidente valiente" y recordó que para que el Gobierno de Rajoy cuente con el apoyo de su grupo en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, el Partido Popular debe apartar a la senadora Pilar Barreiro, imputada en un caso de corrupción, como parte del acuerdo suscrito entre ambas formaciones.
Al referirse a este asunto, Rivera no dejó la oportunidad de incidir en una de las heridas aún abiertas del Partido Popular: sus nefastos resultados en Cataluña. "Si el señor Rajoy está nervioso por las encuestas y el fracaso en Cataluña –dijo el líder de Ciudadanos–, la mejor manera de tranquilizarse es cumpliendo".
"Ciudadanos ofrece una derecha renovada"
Para profundizar en las causas del ascenso de Ciudadanos y en la postura del PP al respecto contamos con la ayuda del analista político Arnau Pérez, de la consultoría Llorente & Cuenca. En su opinión, la causa principal del reciente éxito demoscópico del partido de Albert Rivera se debe a su gestión del conflicto de Cataluña.
"Ciudadanos es el único partido que está ofreciendo una respuesta que cierto sector de la derecha percibe como eficaz, contundente y sobre todo clara", señala Pérez, que considera que el PP, en cambio, aunque ha aplicado el artículo 155 de la Constitución española, "al final no ha hecho lo que muchos votantes de derechas reclamaban, que era intervenir TV3 [televisión autonómica de Cataluña], intervenir los Mossos d'Escuadra [policía autonómica catalana] y sustituir la cúpula de gobierno. En lugar de eso, solamente han convocado elecciones, y eso ha permitido que los independentistas vuelvan a obtener mayoría absoluta".
Sobre el malestar del PP respecto al auge de Ciudadanos, el analista argumenta que "hay que identificar qué parte del partido es la que está realmente preocupada". Pérez explica que la formación "actualmente se divide en dos partes. Por una parte, la actual cúpula, dirigida por Mariano Rajoy, Sáenz de Santamaría, Cospedal, etc. Hasta ahora no han estado muy preocupados y han sabido manejar bastante bien los tiempos y tener controlado a Ciudadanos".
"Por otra parte –continúa– está el sector más tradicional del PP, más derechista, que sí observa con preocupación la inacción del Gobierno, tanto ante el proceso independentista como ante el ascenso de Ciudadanos".
En cualquier caso, según este analista, los de Rivera tienen "una posición difícil, porque lo que el votante de derechas quiere es una derecha renovada, como la que efectivamente ofrece Ciudadanos, pero que tampoco tienda a pactar con el PSOE o con Podemos".
Por ello, concluye Pérez, "Ciudadanos se encuentra en la delicada situación de tener que criticar al PP como parte de su tarea de oposición y a la vez no excederse, porque eso podría alejar a algunos de sus potenciales votantes, que podrían volver a refugiarse" en la formación dirigida por Rajoy.
David Romero