El presidente de República Dominicana, Danilo Medina, anfitrión del proceso de diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición, que se lleva a cabo en esa isla, afirmó la tarde de este miércoles que las partes "no llegaron a un acuerdo".
En una rueda de prensa desde la sede de la cancillería dominicana, donde realizaron las conversaciones desde septiembre, Medina informó que las dos delegaciones partieron a Caracas a tratar varios puntos pendientes y que entraron en una "especie de receso indefinido".
Entre los asuntos que quedaron por definir, según la oposición, se encuentra el tema de la habilitación de partidos políticos opositores, la liberación de políticos presos y el cronograma electoral.
El mandatario explicó que previamente se había llegado a un acuerdo verbal sobre la fecha de las presidenciales. En un principio, el Gobierno proponía el 8 de marzo y la oposición el 10 de junio. Tras las negociaciones, se definió que fueran el 22 de abril.
Según Medina, la delegación gubernamental había asumido que la visita del pasado martes era para firmar un acuerdo definitivo, al que según el jefe de esa delegación, Jorge Rodríguez, habían llegado la noche del pasado lunes, sin embargo, la oposición "pidió tiempo para ver el documento" que se había trabajado con las partes.
"Somos partidarios del diálogo"
En la rueda de prensa, el mandatario dominicano indicó que el presidente Nicolás Maduro se había comunicado con él para expresarle que solo suscribiría el documento llamado "Acuerdo de Convivencia de Venezuela en República Dominicana", que fue firmado por la delegación gubernamental la medianoche del martes, antes de partir a Caracas.
Explicó que los representantes de la oposición entregó un documento nuevo este martes y que su homólogo venezolano le manifestó que "solo firmará el documento que se había trabajado con las partes", agregó Medina.
"Somos partidarios del diálogo" aseveró. "No sabemos a dónde puede conducir que las partes no hayan llegado a un entendimiento".
Calificó las consecuencias de esta interrupción de las negociaciones como "imprevisibles" y expresó su deseo de que "se haga uso de los acuerdos que ya se convinieron".
"Hemos cumplido con nuestro deber, no tenemos nada de qué arrepentirnos", concluyó.