Tanner Broadwell y Nikki Walsh, una pareja de Colorado (EE.UU.), soñaban con renunciar a la rutina del trabajo e irse a vivir a un velero, a bordo del que pensaban viajar por todo el mundo. Sin embargo, cuando su plan estaba a punto de cumplirse, lo perdieron todo "en 20 minutos", se lamentan.
Para poder cumplir su sueño, los jóvenes, de 26 y 24 años, respectivamente, ahorraron durante dos años y vendieron todo lo que tenían, incluido un coche deportivo. En abril compraron un velero por 5.000 dólares y gastaron la misma suma en reparar el bote, de 49 años.
No tenían experiencia en la navegación, pero con la ayuda del padre de Tanner fueron adquiriéndola poco a poco. Desde mayo, vivieron en el puerto deportivo en Tarpon Springs (Florida), preparando el velero para su viaje, y el pasado martes zarparon rumbo a la ciudad de Cayo Hueso.
Sin embargo, su odisea fue mucho más corta de lo planeado, ya que la noche del miércoles el bote chocó contra algo bajo el agua que arrancó la quilla y mandó a pique el velero en 20 minutos. La pareja tuvo que saltar al agua.
Antes de abandonar el barco, Walsh agarró sus tarjetas de seguridad social, algo de dinero en efectivo, documentos y su teléfono, así como a Remy, su perro de dos años.
Empezar desde cero
Ahora no tienen trabajo, no tienen ahorros y ni siquiera tienen un lugar a dónde ir. "Vendí todo lo que tenía para esto y lo perdí todo en cuestión de 20 minutos", se lamenta Broadwell, citado por Tampa Bay Times.
La pareja no tenía seguro, por lo que su barco no volverá a navegar. De hecho, la Guardia Costera les informó de que necesitan sacar el bote del agua. Retirarlo y almacenarlo podría costarles hasta 10.000 dólares, pero la pareja confiesa que solo les quedan 90.
A pesar de todo, su sueño sigue vivo. "No voy a rendirme ahora. Voy a conseguir otro barco", asegura Broadwell. "Sencillamente, no podemos renunciar a nuestros sueños", le apoya Walsh.