¿Pudo predecir su muerte el cantor y revolucionario venezolano Alí Primera?
Poco antes de las 3:00 de la madrugada del sábado 16 de febrero de 1985, Alí Primera salió del estudio en La Guaira (ciudad costera, a 18 kilómetros de de Caracas) donde grababa su disco número 16, titulado 'Por si no lo sabía', con dirección a su departamento.
Conducía una camioneta Wagoneer (matrícula ASV-523), por la autopista Valle-Coche, una de las más importantes arterias viales de la capital venezolana.
A esa misma hora, el joven Ítalo Américo Silva Velásquez [de 19 años] regresaba de una fiesta en Los Teques, una ciudad que dista 30 kilómetros de Caracas, conduciendo un automóvil marca Ford. Había consumido alcohol y se desplazaba con exceso de velocidad.
Silva perdió el control de su vehículo, voló sobre la barrera que divide ambos tramos de la autopista y chocó de frente con el vehículo de Alí Primera.
Un fuerte impacto en el mentón le produjo fractura de las vértebras cervicales y la base del cráneo. El cantor del pueblo venezolano tenía 43 años y falleció de forma instantánea.
Esa es la versión oficial más difundida al respecto.
¿Accidente o asesinato?
La reconstrucción de ese relato atribuye el deceso a la imprudencia de un conductor en estado de ebriedad, y a que el cantor no usaba el cinturón de seguridad.
Muchos estudiosos de la obra de Alí, a través de los años, mantienen la duda razonable respecto a esa versión. Entre ellos Alí Costas Manaure, autor del libro titulado 'Del tercer mundo para un único mundo. Pensamiento político de Alí Primera'.
El investigador, quien ofreció a RT acceso al libro que será presentado próximamente, logró demostrar a través de un arqueo hemerográfico que Alí Primera advertía sobre la posibilidad de morir en medio de un accidente de tránsito. Este y otros factores ponen sobre la mesa una no tan nueva hipótesis sobre la causa real de la muerte del cantor del pueblo.
"Él mismo había advertido en varias entrevistas que agentes de inteligencia del Estado y 'grupos paramilitares', trabajaban en conjunto para asesinarlo", aseguró Costas Manaure.
Vaticinio
Alí Primera ofreció una entrevista al diario El Nacional [3 de mayo de 1982], en la que aseguró: "Han tratado de provocar que tenga un accidente cuando me desplazo en mi vieja camioneta por la carretera del país. Esto ha sucedido tres veces".
El mismo día en que murió, pero tres años antes [16 de febrero de 1983], Primera declaró al diario El Falconiano sobre el peligro de un accidente fatal.
"Me acaban de volver de amenazar", dijo el revolucionario, "no me perdonan que no me haya amedrentado y que mantenga una conducta consona con mi canción [... ] siguen persiguiéndome y tratando de que tenga un accidente, hasta ese acto de cobardía han llegado", reiteró.
Y, desafiante, agregó: "Yo estoy cumpliendo con mi deber, si el deber de mis enemigos y de los enemigos del pueblo es eliminarme, que lo cumplan. Ya no les queda chance de amedrentarme".
Incongruencias
Durante la realización del libro, Alí Costas Manaure detectó la existencia de "muchas incongruencias", entre las versiones oficial y la de los testigos presenciales.
Las más llamativas para el investigador son las siguientes:
- Autopsia: Nunca fue entregada a sus familiares y solo han leído referencias a ella. Los que la citan señalan que murió de forma instantánea, "pero el bombero que auxilió a Alí Primera dijo que habló con él, que le dijo que estaba bien y que auxiliara a la persona del otro vehículo".
- Conductor: Varias fuentes hemerográficas se contradicen en cuanto al nombre del chofer del vehículo Ford que choca con Primera. Unas publicaciones aseguran que Silva no estaba solo en el vehículo sino que se desplazaba con Luis Enrique Moreno García [de 27 años], supuesto propietario del vehículo marca Ford. "Incluso algunas informaciones colocan a Moreno al frente del volante al momento del choque".
- Notificación:Bomberos que acudieron al sitio relataron haber sido alertados del accidente antes de que ocurriera.
- Robo: De la escena se sustrajo parte de la indumentaria del comunista. "Una persona que lo despojó de una cadena que él utilizaba al momento del suceso, se la entregó a Sol (viuda de Alí Primera) el día del entierro". Esto evidencia que cualquiera pudo haberse acercado a la escena para modificarla.
- Choque: Unas notas de prensa aseguran que fue el vehículo de Alí Primera el que saltó del canal de la autopista y otros que fue el de Silva. Lo mismo que uno y otro estaban en estado de ebriedad.
Llama la atención que Luis Enrique Moreno García ha sido casi olvidado en los relatos y recuentos periodísticos sobre la muerte de Alí Primera, "quizá porque era funcionario del gobierno de turno (de Acción Democrática -socialdemócratas-)", expuso el autor del libro.
¿Realidad?
En la reconstrucción de los hechos más conocida en Venezuela y difundida por las autoridades, el viernes 15 de febrero de 1986, un joven cercano a Alí Primera le pidió un par de zapatos para ir a una fiesta. El cantor, que no tenía dinero, solicitó un pequeño préstamo a un amigo y acto seguido hizo el regalo.
Ese chico era Ítalo Silva, el mismo que horas más tarde chocará de frente contra el cantor mientras regresaba de una fiesta.
Tras la colisión que mató a Primera, los bomberos de Caracas fueron quienes llegaron al sitio. Lo sacaron del vehículo, que estaba hecho un amasijo de hierro utilizando herramientas de corte.
Detalló la prensa local que el primero en reconocer el cadáver fue el propio Ítalo Silva, quien sufrió fractura en las dos piernas. "Coño, maté a mi segundo padre", gritó mientras rompía en llanto.
Sol Musset, la esposa del dirigente comunista, jamás demandó a Ítalo Silva aunque se lo sugirieron, dirá años después durante una entrevista.
A pesar de que Alí Primera era muy cercano a la familia Silva, Ítalo "siempre ha mantenido una actitud hostil después del accidente", dijo una fuente cercana a los Primera. Nunca declaró a ningún medio.
Se conoció que estuvo un mes privado de libertad, debido a las averiguaciones que hacían las mismas autoridades que amenazaban a Alí Primera y a su familia.
No solo un cantor
El autor del libro considera que no es posible entender la trascendencia del 'cantor del pueblo venezolano', si se lo mira únicamente como a un cantante.
"Alí Primera fue un militante comunista que trascendió la historia venezolana por sus aportes al movimiento revolucionario local y latinoamericano", indicó.
Lo evoca además como "un estratega de la revolución" y un hombre dedicado "el 100% de sus días, al análisis de cómo lograr la liberación de los pueblos".
Una de las grandes virtudes de Primera, explica, es haber transformado "categorías de carácter filosófico-marxista, en sencillas canciones, sin bajar el nivel de profundidad filosófica de esas categorías".
En otras palabras, Alí Primera logró explicarle al pueblo, "a través de su canto", categorías como: "explotación del trabajo, alienación, plusvalía y conciencia de clase", por ejemplo.
Para Costas Manaure la canción de Alí Primera "tenía un objetivo político que era la toma del poder", y antes que "cantor, era un militante revolucionario".
Objetivo militar
Para 1979, momento en que la actividad política del comunista estaba en su apogeo, cada vez más gente se acercaba a los conciertos de Alí Primera y los cantores y grupos que se sumaban a su lucha.
Tratando de darle una estructura a esa masa de seguidores propone la creación de los llamados Comités por la Unidad del Pueblo [CUP], una organización barrial de estructura leninista y dedicada a la solución de conflictos y problemas de las comunidades.
Además, prefiguraban una plataforma que aglutinaría a toda la izquierda venezolana. Primera cantaba y presidía los CUP, donde participaban no solo los militantes de la izquierda, sino la base social de los partidos de derecha, y para el autor del libro, es en ese momento en que "se convierte en un objetivo de carácter militar para el Estado".
En ese período sufre una serie de agresiones físicas como atentados, amedrentamiento a sus familiares, y allanamientos a su vivienda.
Los hallazgos recopilados en el libro de Alí Costas Manaure resultan una información desconocida, hasta ahora, para quienes han admirado la obra de Alí Primera y para los que comparten sus ideas de militante revolucionario en todo el continente.
Ernesto J. Navarro