La familia del dictador español Francisco Franco, que gobernó en España durante cuatro décadas —desde el final de la Guerra Civil en 1936 hasta su muerte en 1975—, ha puesto a la venta la que fue su residencia de verano, el Pazo de Meirás. El precio de venta, según el digital OKDiario, es de ocho millones de euros. La decisión ha sido tomada después del fallecimiento de la única hija del dictador, Carmen Franco Polo, el pasado 29 de diciembre.
Esta propiedad siempre ha estado envuelta en polémica. En primer lugar por la manera en que fue adquirida por la familia Franco. Fue una aportación popular la que reunió los fondos —en aquel entonces 500.000 pesetas (3.000 euros)— para hacerle este regalo al dictador. Las autoridades de la época 'recomendaron' a los vecinos hacer aportaciones, en una época en la que la no adhesión al régimen podía traer graves consecuencias.
Ya en 2008 y bajo la presidencia socialista de la Xunta de Galicia —región en la que se encuentra el Pazo— de Emilio Pérez Touriño el inmueble fue declarado Bien de Interés Cultural, por lo que sus dueños quedaban obligados a abrirlo al público. Un acuerdo posterior con el actual presidente de Galicia estipuló la obligación en cuatro días al mes.
Gestionado por la Fundación Nacional Francisco Franco
La familia lo aceptó a regañadientes y, como primera reacción, encargó la gestión de las visitas a la Fundación Nacional Francisco Franco, cuyos fines son "difundir y promover el estudio y conocimiento sobre la vida, el pensamiento el legado y la obra de Francisco Franco". El reiterado incumplimiento de la obligación de hacer accesible el Pazo al público supuso que la Fundación fuera multada con 4.500 euros el pasado septiembre.
La venta ha desatado la polémica en las redes. Twitter se ha llenado de mensajes contrarios a que la familia del dictador se lucre con un bien que ya obtuvo de manera polémica: