En agosto del 2017, se llevó a cabo la primera ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en Washington, sin embargo esta finalizó sin conclusiones satisfactorias para las partes. En aquella ocasión México, EE.UU. y Canadá debatieron cinco ejes para restablecer el acuerdo trilateral que entró en vigor el 1 de enero de 1994.
Hasta ahora, algunos de los temas que se han analizado ampliamente son la reducción del déficit comercial, discusión salarial, reglas de origen y la posible eliminación del Capítulo 19 de dicho tratado, el cual establece la forma en que se deben resolver las diferencias o problemas comerciales que, actualmente, prevalecen entre productores y exportadores de las tres naciones.
Los equipos negociadores de cada uno de los países han acordado que la séptima ronda se lleve a cabo en la Ciudad de México, del 25 de febrero al 5 de marzo del presente año. Se espera que, con esta última reunión, finalicen las charlas entre los miembros del TLCAN, aunque dadas las circunstancias electorales del país azteca, se prevé que los plazos se extiendan aún más.
Respecto a la modernización del acuerdo, Luis Videgaray Caso, ministro de Relaciones Exteriores de México, aseguró que existen "motivos para ver con optimismo razonable [la continuidad del tratado], pero hay que ver todos los escenarios". Y agregó: "Hay que estar preparados para un futuro con o sin TLCAN", según declaraciones recogidas por el diario Excélsior.
De acuerdo con medios locales, el jefe de Comercio Exterior de EE.UU., Robert Lightizer, afirmó que la renegociación del TLCAN —especialmente con México— está logrando "avances reales". Las declaraciones del funcionario estadounidense han sorprendido, debido a que durante su gira por varios países de América Latina, criticó seriamente la relación con su vecino del sur.
Cabe mencionar que, al igual que Lightizer, el presidente Donald Trump arremetió, en agosto del año pasado, contra el tratado vigente a través de su cuenta personal de Twitter, al catalogar al TLCAN como el "peor acuerdo comercial jamás hecho".
En un mensaje publicado a principios de este año, Trump reiteró que el muro fronterizo que su administración pretende construir entre ambas naciones, con un valor estimado de 20.000 millones dólares, "es un 'cacahuate' si se compara con lo que México hace con EE.UU. a través del TLCAN. Es una mala broma".
¿Qué sigue para el TLCAN?
De acuerdo con el profesor Maciel Rentería González, adscrito a la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), "los países que conforman el TLCAN generan una derrama económica diaria de 2.600 millones de dólares por la venta de productos de primera necesidad, es decir, cerca de 108 millones de dólares cada hora".
Según Rentería González, "existe una dependencia económica entre las tres naciones, aunque no necesariamente esto signifique que las posibilidades de comercializar sus productos sean escasas". Por ello, el académico de la UNAM comentó que "es necesario evaluar las condiciones que, debido al panorama internacional, van cambiando, tal como el índice de precios".
El académico mexicano insistió en que "no habrá un acuerdo trilateral antes de los comicios electorales del próximo mes de julio". Para Rentería González, "esto no obedece a una falta de interés por parte del equipo negociador del país latinoamericano, más bien hay escasez de voluntades políticas y probables resistencias que, en su momento, podrían cambiar el rumbo del propio tratado".
Y agregó: "El TLCAN es un ganar-ganar-ganar, es decir, la probabilidad de que EE.UU. se retire del acuerdo, es muy baja. En su momento, quien podría desertar del convenio comercial sería Canadá, pero por tensiones meramente políticas. Por su parte, México tiene mayor mercado y es un potente comercializador de un sinfín de productos que, sin duda, siguen llamado la atención de Asia y Europa".
Medio año después de minuciosas negociaciones, lo único cierto del TLCAN es la incertidumbre.
José Luis Montenegro