El Parque Nacional Yasuní es la zona más biodiversa por metro cuadrado del planeta Tierra. Y es en esta zona ecuatoriana en donde al parecer empezará una batalla importante para los indígenas y ecologistas que han visto con tristeza cómo la petrolera estatal Petroamazonas inició sus operaciones en las entrañas de su naturaleza.
El objetivo de la compañía es explotar el petróleo en los bloques 31 y 43 más conocidos como ITT al estar conformado por los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini. El proceso extractivo empezó hace más de 4 años, cuando la Asamblea oficialista acogió el pedido del entonces presidente Rafael Correa y dio paso a la explotación hidrocarburífera de los bloques mencionados que sobrepasan la Zona Intangible Tahaeri-Taromenane (ZITT). Su fin era para garantizar la seguridad a los pueblos indígenas en esta zona ubicada entre las provincias de Pastaza y Orellana.
En la consulta popular y referéndum impulsados por el presidente de Ecuador Lenín Moreno ganó el sí con más de 6 millones de votos de los ecuatorianos (con el 98,5% de escrutinio). Ello se convirtió en la mejor arma para quienes están en contra de la explotación petrolera que tenía luz verde en el gobierno del ahora expresidente Rafael Correa.
La pregunta relacionada con el tema medioambiental era la siguiente:
¿Está usted de acuerdo en incrementar la zona intangible en al menos 50 000 hectáreas y reducir el área de explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní de 1.030 a 300 hectáreas?
Ahora el Gobierno ecuatoriano debe crear una comisión gubernamental que se encargará de definir cómo se cumplirá con el mandato popular. La misión estará a cargo de tres carteras de Estado: estamos hablando de los ministerios de Ambiente, Justicia e Hidrocarburos.
Trabajo de la comisión tripartita
El plazo para definir el espacio de la nueva área será de seis meses. La información la dio a conocer el titular de Hidrocarburos, Carlos Pérez. El funcionario del régimen ecuatoriano manifestó que la comisión presentará las recomendaciones al presidente Lenín Moreno, quien finalmente emitirá su decisión a través de un Decreto Ejecutivo. ¿Cuáles son? Definir los nuevos límites de la zona intangible y su importancia cultural y biológica con el fin de no afectar a las comunidades indígenas y, sobre todo, las comunidades que decidieron su aislamiento voluntario como los Waorani, Shuar, Kichwa, Tagaeri y Taromenane.
Ambientalistas y diferentes movimientos sociales a favor de la naturaleza manifiestan que es muy importante hacer que representantes de la sociedad civil también formen parte la comisión que será creada por el gobierno. Uno de los movimientos más importantes es el grupo Yasunidos, aunque ellos siempre estuvieron de acuerdo en frenar por completo la explotación en el ITT.
El Yasuní, único en el mundo
El Yasuní es una de las zonas más biodiversas del planeta, con más de 2.100 especies de flora identificadas, aunque se estima que son más de 3.000; y unas 598 especies de aves, unas 200 de mamíferos, 150 de anfibios y 121 de reptiles. El parque se creó en 1979, abarcando un área de 1.022.736 hectáreas, y 10 años después, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró a ese territorio como Reserva de Biosfera.
Antecedentes
La decisión de empezar con la explotación petrolera en el bloque ITT (Ishpingo Tambococha Tiputini), ubicado en el corazón del Parque Nacional Yasuní —considerado el sitio con mayor biodiversidad del mundo—, fue tomada por el Gobierno anterior, luego que la iniciativa para recolectar dinero a cambio de dejar el crudo bajo tierra no prosperó. Esto produjo una gran polémica, porque cerca de esta zona existen evidencias de la presencia de pueblos en aislamiento voluntario. Por esto, el Colectivo Yasunidos inició un proceso para llamar a una consulta popular, que no se concretó.
Así se reduciría el área de explotación petrolera autorizada por la Asamblea Nacional en el Parque Nacional Yasuní, de 1.030 hectáreas a 300 hectáreas.
Emilio Zamora Mota