Aunque el futuro de las pensiones en España es incierto y hasta el propio Ejecutivo de Mariano Rajoy recomienda e incentiva los planes de ahorro privados para la jubilación, las cifras indican que los españoles están ahorrando poco.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), un 38% de los hogares del país no tiene dinero guardado para imprevistos, y la tasa de ahorro está en el 6,1%, cerca del mínimo histórico del 5,8% y por debajo de la mitad del máximo del 13,4%, alcanzado en 2009.
Como referencia adicional, basta tener en cuenta que la tasa de ahorro en los hogares de la Eurozona se sitúa en el 12%, según los últimos datos publicados por el Eurostat, la agencia estadística europea, que hacen referencia al tercer trimestre del 2017.
La baja cifra española, según el último informe anual de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), se atribuye principalmente a dos causas: "Por un lado, está la mejora de las expectativas sobre los ingresos futuros (lo que ha animado el consumo de las familias) y, por el otro, la dificultad de ahorrar por parte de las familias en un entorno de estancamiento de las subidas salariales", sostienen los autores del estudio.
La discusión en torno a la sostenibilidad del sistema público de pensiones de España forma parte de la actualidad en los medios de comunicación del país desde hace semanas. La longevidad de la población española, sumada a la baja natalidad, los altos niveles de paro -incluso previos a la crisis económica de 2008- y el descenso de la cantidad disponible en el Fondo de Reserva de las Pensiones desde que el Partido Popular se hiciera con el Gobierno, constituyen las claves del problema.