"La Justicia está politizada para perseguirme", ha asegurado el expresidente colombiano, Álvaro Uribe, después de que este 17 de febrero la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia de Colombia ordenara investigarlo por presunta manipulación de testigos como parte de una conspiración contra el congresista Iván Cepeda.
En 2014, Uribe denunció a Cepeda, del Polo Democrático, por considerar que buscaba falsos testigos para involucrarlo en casos de grupos paramilitares. No obstante, ahora la Corte Suprema ha emitido un fallo a favor del congresista y ha abierto un proceso contra el exmandatario.
En su fallo, la instancia judicial ha determinado que en las investigaciones que se iniciaron a partir de la denuncia de Uribe "han intervenido testigos para involucrar" a Cepeda "en la conformación de un supuesto cartel de falsos testigos, cuando lo que parece ocurrir es un complot para desprestigiar su labor legislativa".
Uribe a la cabeza del paramilitarismo
Ese caso se inició en 2014, cuando Iván Cepeda convocó en el Congreso de Colombia un debate de control político contra Álvaro Uribe por su presunta vinculación con el paramilitarismo.
En ese debate, el congresista presentó los testimonios de Pablo Hernán Sierra y Juan Monsalve, dos exparamilitares presos en cárceles de Antioquia que confesaron que su estructura criminal se creó en la hacienda Guacharacas, propiedad de la familia del antiguo presidente colombiano.
A raíz de esas acusaciones, Uribe denunció a Cepeda por abuso de sus funciones, fraude procesal y calumnia y presentó ante la Corte Suprema de Justicia de Colombia testimonios de cinco exparamilitares que aseguraron que el congresista los había manipulado, reseñó El Tiempo.
Tras la investigación, que incluyó intercepciones telefónicas, se determinó que allegados de Uribe supuestamente ejercían presión para que los testigos declararan en contra de Cepeda.
"Habiendo tantos acusados de paramilitarismo y justo le interceptan el teléfono a los que yo conozco", ha manifestado este lunes Álvaro Uribe.