Estados Unidos y Corea del Sur reanudarán sus ejercicios militares conjuntos en la península coreana, interrumpidos ahora por los Juegos Olímpicos, a pesar del reciente deshielo en las relaciones entre Seúl y Pionyang, informó la agencia Yonhap, citando el Ministerio de Defensa de Corea del Sur.
En el período previo a los JJ.OO. de Pyeongchang, Seúl pudo convencer a Washington de retrasar el inicio de sus maniobras conjuntas anuales de invierno-primavera hasta después de la Olimpiada y la Paralimpiada. La suspensión temporal de los ejercicios militares Foal Eagle y Key Resolve entre EE. UU. y Corea del Sur permitió a Seul y Pionyang iniciar un diálogo que, según esperan ambas partes, alivie la creciente tensión en la región.
Sin embargo, este martes, un día después de que Pionyang advirtiera en contra de la reanudación de los ejercicios militares, el Ministerio de Defensa de Corea del Sur confirmó, sin anunciar un calendario concreto, que los aliados llevarán a cabo los ejercicios Key Resolve y Ulchi Freedom Guardian.
Con estos simulacros, el Ejército de Corea del Sur busca mejorar el llamado Concepto Operacional 4D, que tiene como objetivo "detectar, interrumpir, destruir y defenderse contra las amenazas de misiles de Corea del Norte", según el Ministerio de Defensa surcoreano.
"Pisotear el pequeño brote de paz"
Corea del Norte ha instado en varias ocasiones a los aliados a detener su entrenamiento militar conjunto, y el lunes reiteró su objeción a la realización de juegos de guerra cerca de sus fronteras.
"Reanudar los ejercicios de guerra es un acto salvaje de pisotear implacablemente el pequeño brote de paz que se ha visto en la península coreana", declaró la agencia norcoreana KCNA en un comentario oficial.
Pionyang acusó particularmente a la Administración Trump de buscar una "guerra" en la región y culpó a Estados Unidos. "El grupo Trump tiene que reflexionar sobre las catastróficas consecuencias que acarrea su temerario ruido de sables y tomar una decisión responsable", aseveró KCNA.