Un dispositivo termoeléctrico desarrollado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) estadounidense es capaz de obtener energía de los cambios de temperatura ambiente que tienen lugar entre el día y la noche.
Este sistema, llamado resonador térmico, podría permitir que los sensores remotos funcionen por sí mismos durante años sin necesidad de que se abastezcan de otras fuentes de alimentación.
Para lograr este avance, el dispositivo contiene una espuma de metal fabricada con cobre y níquel cubierta con una capa de grafeno y rellena con una cera especial. Eso permite que un lado genere calor mientras el otro lado lo acumula, unas fluctuaciones de temperatura que permiten generar electricidad.
Los especialistas planean aumentar su capacidad para que tenga capacidad de cargar dispositivos móviles, incluidos teléfonos inteligentes. En el futuro, ese resonador térmico permitiría electrificar regiones remotas y hasta proporcionar electricidad a los astronautas.