La organización de derechos humanos Child Soldiers International (Niños Soldados Internacional), publicó un informe que refleja el estado de situación mundial sobre la explotación militar de menores de edad, utilizados por fuerzas estatales y otros grupos paralelos. Para el relevamiento se tuvieron en cuenta tres pilares esenciales: la postura de los países con respecto a la Convención de los Derechos del Niño, la edad mínima de contratación y el uso de los pequeños en conflictos armados.
Con la intención de proporcionar a la infancia protección jurídica contra las peores formas de explotación, explica Unicef, el protocolo facultativo sobre la participación de los chicos en conflictos armados establece los 18 años como la edad mínima para el reclutamiento obligatorio. Asimismo, insta a las naciones a realizar todo lo que esté a su alcance para evitar que los menores sean parte de las hostilidades.
El protocolo, sin embargo, no restringe el acceso a las fuerzas a aquellos niños que sí quieran agarrar fusiles por voluntad propia, aunque los Estados tienen que garantizar que los pedidos sean realmente voluntarios y tengan el consentimiento de los padres, tutores o encargados, según se lee en el texto oficial de Naciones Unidas.
Países que enrolan a los más pequeños
Concretamente, el estudio subraya que 167 de 197 países miembros del organismo supranacional ratificaron este acuerdo. No obstante, apunta que al menos 46 países suman a menores de 18 años en sus fuerzas armadas. Entre aquellos Estados que no incorporaron esta parte de la Convención, se encuentran Corea del Norte —los reclutamientos para la 'Joven Guardia Roja' comienzan a los 15 años— y Mauritania, donde se enlista a niños a partir de los 16, al igual que en Zambia, Emiratos Árabes o Irán. Este último sí firmó el protocolo, pero aún no está ratificado, según el relevamiento ya citado.
Por otro lado, entre los países que sí tienen incorporado el acatamiento sobre los derechos del niño se destaca Israel, aunque recluta jóvenes desde los 17 años e incluye a ciudadanos para realizar tareas de cadetería a partir de los 15. Asimismo, Perú respeta los 18 años como edad mínima para sumarse al mundo de las armas, aunque a los 15 se puede comenzar la escuela militar.
Uno de los casos llamativos es el del Reino Unido, miembro importante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que suma jóvenes de 16 años a sus fuerzas nacionales, aunque el estudio no detalla cuáles son sus fines. Francia, los Países Bajos, Alemania y Austria hacen lo propio con personas de 17.
EE.UU., en tanto, también incorpora a sus filas niños de 17 años, igual que China. México, por su parte, desde los 16, si es que hay una solicitud especial; caso contrario respeta la edad mínima de 18. En Sudamérica, Chile y Bolivia suman a adolescentes de 17 bajo pedidos voluntarios. Otros de los países que aceptan el protocolo, y reclutan chicos desde los 16 años, son Pakistán, la India y Bangladesh.
Niños en conflictos armados
El dato más crítico que revela esta organización es sobre menores utilizados directamente en conflictos armados, por fuerzas oficiales o externas a la órbita estatal. Según esta fuente, el único lugar de Sudamérica donde los niños corren esta clase de riesgos es Colombia, donde señala que son usados por grupos no estatales.
En África figuran naciones como Malí, Libia, Sudán, Sudán del Sur, Nigeria, Camerún, Congo, República Centroafricana y Somalia. Por último, en Asia los escenarios más críticos se encuentran en Siria, Irak, Líbano, Yemen, Afganistán, Pakistán, India, Birmania y Filipinas.
Según el protocolo de la ONU, todos los Estados que lo hayan ratificado deben separar a las personas menores de edad que hayan sido reclutadas en su territorio por organizaciones informales. A su vez, tendrán que brindar la asistencia social necesaria para recuperar la salud física y psicológica de los individuos, explica el texto, y reintegrarlos en la sociedad.
Los Estados que no permiten menores de edad en sus fuerzas
Las naciones que ratificaron la normativa internacional, pero además no permiten el ingreso de menores a sus propias fuerzas, ni siquiera con pedidos voluntarios, son pocas. Entre ellas se destacan los casos latinoamericanos de Argentina, Ecuador, Colombia —aunque sí tiene niños soldados en grupos no estatales—, Venezuela, Surinam, Nicaragua, Honduras y Guatemala. En Europa, los Estados que respetan las garantías de la niñez, al menos en esta temática, son: España, Portugal, Irlanda, Suiza, Italia, Dinamarca, República Checa, Grecia y Polonia, entre otros.
Hay países donde también se respeta la edad mínima para sumarse al ejército, pero se permite comenzar una carrera militar antes. En este segmento sobresalen Rusia, Ucrania, Brasil, Uruguay, Paraguay y Perú, mencionado previamente.