El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha anunciado que ciertos militantes emplean a la población civil como escudo humano en Guta Oriental (Siria) para lograr que acusen a Damasco de violar los derechos humanos de las víctimas.
Durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo de Uzbekistán, Abdulaziz Kamílov, el canciller de Rusia ha aseverado que el problema principal en Guta Oriental es el grupo terrorista Frente Al Nusra.
Asimismo, Lavrov ha anunciado que su país está dispuesto a considerar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para establecer un alto el fuego en Siria.
"Proponemos una fórmula que haría real una tregua y se basaría en las garantías de todos los que están en Guta Oriental", ha asegurado Lavrov, aunque ha agregado que no hay garantías de que los militantes respeten ese alto el fuego.
Anteriormente, el canciller ruso afirmó que Rusia estaba dispuesta a estudiar la resolución propuesta, pero bajo la condición de que el alto el fuego "no incluya de ninguna manera" al Estado Islámico, el Frente al Nusra y los grupos que colaboran con ellos.
La comunidad internacional responsabiliza al Gobierno de Bashar al Assad de la muerte de civiles en Guta Oriental tras ataques recientes. Según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, desde el 18 de febrero a día de hoy 382 civiles han muerto a causa de ataques de las fuerzas gubernamentales sirias.
Mientras tanto, algunos medios y fuerzas estatales desatan toda una campaña para culpar a Rusia y al Gobierno sirio de las condiciones humanitarias de la zona. No obstante, en sus reportes muchos medios citan al Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y a los Cascos Blancos, que han sido acusados de fabricar pruebas.