Un respetado funcionario de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, que trabajó con los brotes de ébola y zika, ha desaparecido sin dejar ningún rastro, informa USA Today.
Timothy J. Cunningham, de 35 años, fue visto por última vez el 12 de febrero cuando a mitad del día salió de su trabajo en Atlanta (EE.UU.), después de comunicar que no se sentía bien. Cunningham es epidemiólogo con dos títulos en Harvard y oficial de la Armada estadounidense (recientemente fue ascendido al rango de comandante).
Los padres de Cunningham, preocupados porque este no respondía ningún mensaje o llamada, fueron a su casa, donde encontraron su teléfono, billetera y licencia de conducir. Su coche todavía estaba estacionado en el garaje y su perro, Beau, andaba suelto y por su cuenta.
"Nada de esto tiene sentido", dijo el hermano de Timothy, Anterio, a WAGA-TV, una filial de Fox en Atlanta. "No se evaporaría así, no dejaría solo a su perro y no haría que nuestra madre se preguntara y se preocupara de esta manera", aseguró. Los familiares de Cunningham afirmaron que en llamadas y textos recientes, Cunningham no parecía ser el mismo de siempre.
La familia, los amigos y los exalumnos de la universidad de Timothy están participando en la búsqueda y han recaudado más de 20.000 dólares como recompensa por cualquier información sobre su paradero. Su familia espera que alguien lo reconozca en algún lugar, tal vez como paciente en un hospital.