Rolando Ortiz, de 37 años, le cortó la garganta a su hijo de dos años, Mateo García Aguayo, porque este no lo dejaba dormir, informa Chicago Tribune.
El 21 de febrero, Ortiz terminó su turno nocturno en una fábrica de Chicago (EE.UU.) y regresó a su casa. No había allí nadie más que pudiera cuidar del pequeño Mateo, ya que la esposa de Rolando estaba trabajando en la misma fábrica y sus dos hijos mayores habían ido a la escuela.
Ese día el niño no quería dormir: inquieto, se levantó de la cama y comenzó a correr. Entonces Ortiz lo arrastró a la cocina, agarrándolo del brazo, y lo inmovilizó en el piso para que no se pudiera mover, detalló la fiscal estatal asistente Jamie Santini.
En la cocina, Ortiz se arrodilló sobre Mateo para sostenerlo mientras lo halaba de un brazo y con un cuchillo le cortó la garganta. El corte fue tan profundo que le cercenó la médula espinal y prácticamente decapitó al niño, que habría cumplido tres años el próximo mes.
Después, Ortiz metió el cuerpo de su hijo en una bolsa de basura y limpió la sangre del piso de la cocina con ropa sucia.
Posteriormente, Ortiz llamó por teléfono a la hermana de su esposa y le dijo que había asesinado al niño. Cuando al poco escuchó las sirenas de la policía, huyó del apartamento en una camioneta. Agentes policiales lo detuvieron en la ciudad de Kankakee, a pocas horas de la escena del crimen. Las autoridades creen que el sujeto intentó huir a México, su país natal, e informaron que trató de cortarse las muñecas después de darse cuenta de lo que había hecho.
El viernes pasado, Ortiz compareció ante un tribunal y la jueza Mary Marubio le negó el derecho a fianza, por considerarlo una amenaza a la seguridad pública de la comunidad. Tras haber confesado que mató a su hijo, fue acusado de asesinato en primer grado.