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Exxon Mobil se retira de proyectos conjuntos con Rosneft debido a las sanciones
Exxon estima que la decisión de poner fin a la colaboración le costará alrededor de 200 millones de dólares en pérdidas.
La compañía estadounidense Exxon Mobil se retira de proyectos petroleros conjuntos con la empresa rusa Rosneft a causa de las sanciones contra el país. La empresa dejará de participar con Rosneft en proyectos destinados a la búsqueda de yacimientos petrolíferos. La empresa no especifica de qué proyectos concretos se trata. Según Reuters, esa decisión podría generarle a Exxon Mobil pérdidas por valor de 200 millones de dólares.
En 2012, el entonces director ejecutivo de Exxon, Rex Tillerson, negoció acuerdos con Rosneft para explorar yacimientos en el mar Negro, el Ártico y el Lejano Oriente de Rusia. Los pactos, estimados en unos 500.000 millones de dólares de inversiones conjuntas, se estancaron debido a las sanciones impuestas contra el sector energético ruso tras la reunificación de Crimea con Rusia en 2014.
De acuerdo con el informe anual de la empresa enviado a la Comisión de los Valores de Estados Unidos, en 2013 y 2014 Exxon Mobil y Rosneft crearon varias estructuras para la exploración y la investigación científica conjunta. Pero en 2014 la Unión Europea y EE.UU. impusieron sanciones contra Rusia, y en la segunda mitad del año pasado ampliaron las restricciones.
"La corporación y sus socios continúan cumpliendo con todas las leyes, normas y reglamentos actuales. A finales de 2017, la empresa decidió retirarse de estos proyectos conjuntos. La corporación espera que el proceso de retirada empiece oficialmente en 2018", reza el documento.
En julio pasado, Exxon, la mayor petrolera del mundo, fue sancionada por el Departamento del Tesoro de EE.UU. con una multa de dos millones de dólares por haber firmado ocho contratos con el gigante petrolero ruso en mayo de 2014, una operación que según el Gobierno violó las restricciones introducidas contra Rusia. Exxon insistió en que la compañía no había infringido ninguna regulación, puesto que cuando se alcanzaron los acuerdos eran vigentes las leyes aprobadas durante la Administración de Barack Obama, cuando Rosneft no estaba sujeta a ninguna sanción. La compañía argumentó que el Departamento del Tesoro cambió retroactivamente las reglas y intentó impugnar la sanción en los tribunales.
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