Condenan a cadena perpetua a un expolicía ruso que mató a 19 prostitutas
Este martes, un tribunal de Novosibirsk (Rusia) condenó a cadena perpetua a Evguéniy Chuplinski, expolicía de 52 años que mató a 19 prostitutas, reporta RIA Novosti. El asesino en serie, que operaba en esa ciudad rusa y sus cercanías desde 1998, mutilaba, descuartizaba y extraía el corazón de los cadáveres.
Durante años, Chuplinski ni siquiera estuvo bajo sospecha. Solo accidentalmente, fue detenido por primera vez en 2006, pero entonces los investigadores no pudieron demostrar su culpa. En 2016 volvió a ser arrestado, y esa vez las autoridades disponían de pruebas irrefutables. El hombre era bien conocido en la ciudad, a cuyos habitantes les costó creer en que fuese el temible asesino.
Cabezas cortadas y pentagramas
El 'maníaco de Novosibirsk' atemorizaba la urbe desde 1998, cuando se empezaron a hallar cadáveres descuartizados de mujeres, particularmente en arcenes, zonas forestales y basureros. Cerca de los cuerpos salvajemente mutilados se encontraron extraños amuletos y símbolos, mientras que en sus caras fueron grabados pentagramas.
Decapitadas, las cabezas de las víctimas aparecían envueltas en bolsas o capuchas. Algunos cuerpos estaban tan mutilados que no se pudo establecer su identidad. Sin embargo, las víctimas del maníaco asesino coincidían en edad y oficio: todas eran prostitutas.
Los medios de comunicación locales escribían mucho sobre el presunto 'maníaco satánico', que mataba cruelmente a las mujeres tras tener con ellas relaciones sexuales. Sin embargo, se cree que los amuletos, pentagramas y otros atributos 'misteriosos' fueron utilizados por el asesino solo para confundir a los investigadores.
Puede haber más víctimas
Chuplinski trabajó a finales de la década de 1990 en una unidad policíaca que se dedica a servicios de seguridad, y desde allí tuvo frecuente trato con prostitutas. No obstante, en el juicio se conoció que a muchas de sus víctimas ni siquiera las conocía, y que las asesinaba debido a un odio personal.
Cuando en 2005 los asesinatos de repente parecieron detenerse, se sabía de 17 víctimas, cifra que luego subió a 19. La abogada acusadora ha sugerido que el expolicía siguió matando, pero que actuaba con más cautela y enterraba los cadáveres.
Cuando el hombre volvió a ser arrestado, en 2016, los investigadores pudieron finalmente reunir pruebas sólidas que permitieron formular una acusación en su contra. Aunque los expertos que analizaron el caso concluyeron que Chuplinski tiene una atracción irresistible hacia los homicidios y el necrosadismo, fue reconocido mentalmente competente.
Chuplinski no reconoció su culpa y ha negado toda vinculación con los asesinatos. Afirma que acordó colaborar con la investigación al temer por su familia. Además, planea apelar la sentencia.