La actriz de cine para adultos, Stephanie Clifford, conocida como 'Stormy Daniels', que asegura haber tenido una aventura amorosa con Donald Trump antes de convertirse en presidente de EE.UU., ofreció este lunes devolver los 130.000 dólares que le pagó el abogado personal del mandatario, Michael Cohen, supuestamente para que guardara silencio sobre su relación, informa Reuters. Según la mujer, la devolución del dinero podría permitirle hablar libremente sobre el tema.
"Esta es una oferta extremadamente justa", dijo su abogado, Michael Avenatti, en una entrevista. "Logra la meta de permitir que el pueblo estadounidense decida quién dice la verdad después de escuchar a ambas partes", añadió.
Según la propuesta expuesta por Avenatti en una carta oficial a Cohen, después de devolver el dinero Clifford podría hablar "abierta y libremente sobre su relación previa con el presidente e intentos de silenciarla". Ella también podría "usar y publicar cualquier mensaje de texto, fotos y/o videos relacionados con el ahora presidente que pueda tener en su poder, todo sin temor a represalias y/o responsabilidad legal por daños y perjuicios", dice la carta.
El abogado de la actriz también señala que el acuerdo debe ser firmado por todas las partes, incluido el presidente, que no puso su firma en el acuerdo previo de confidencialidad.
Mientras tanto, ni Cohen ni la Casa Blanca se han pronunciado sobre la propuesta de Clifford.
La oferta de Avenatti, por su parte, se produjo después de que la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijera en un informe la semana pasada que Trump había ganado un procedimiento de arbitraje contra Clifford. The New York Times ha informado que el abogado del presidente había obtenido en secreto una orden de restricción temporal para evitar que Clifford hablara sobre su presunto romance con Trump.
De acuerdo al relato de la estrella porno, su aventura sexual con el multimillonario tuvo lugar poco después del nacimiento de Barron, el hijo que tuvo con Melania Trump. La escandalosa declaración hizo que los medios estadounidenses pusieran sus miradas en el comportamiento de la primera dama, que supuestamente trata de sabotear a su esposo en venganza por su presunta infidelidad.