Durante años, Robert Crosland enseñó ciencias en el Preston Junio High School de Idaho (EE.UU.) y es recordado por sus alumnos por sus experiencias con animales exóticos. Sin embargo, ahora quedó en medio de una investigación por haber alimentado con un cachorro a una tortuga mordedora. No está claro si el perro estaba vivo.
El superintendente del colegio Preston del distrito 201, Marc Gee, calificó como "lamentable" a la situación en la que está involucrado el docente, que ocurrió el martes 7 de este mes. "El hecho ocurrió luego de que los alumnos se habían ido —aunque algunos estuvieron presentes— y no formaba parte de ningún programa dirigido por la escuela", explicó. "En ningún momento el personal o los estudiantes estuvieron comprometidos", aclaró, en declaraciones que publicó East Idaho News.
Más allá de las conclusiones a las que pueda llegar la investigación, Gee aseguró que "este tipo de hechos no se puede repetir".
¿Estaba el cachorro vivo?
Uno de los puntos que las autoridades de la institución intentan determinar es si el cachorro que Crosland dio a comer a la tortuga estaba vivo. En ese sentido, el activista medioambiental y exalumno de la institución, Jill Parrish, manifestó que el perro, que padecía algún tipo de deformidad, no estaba muerto, por lo que los estudiantes escucharon sus aullidos mientras era devorado.
Además, otros alumnos contaron que esta no es la primera vez que Crosland realiza este tipo de experimento, ya que en el pasado dio de comer ratones o hámsteres a otras tortugas o serpientes.
La tortuga mordedora, también conocida como tortuga satán o tortuga toro, es una especie carnívora que llega a medir unos 50 centímetros de longitud y se alimenta, en estado salvaje, de aves, peces, reptiles de menor tamaño, pequeños mamíferos, insectos, anfibios y moluscos, entre otros animales.