El representante permanente adjunto británico ante la ONU, Jonathan Allen, ha afirmado que Londres no está obligado a proporcionar a Rusia muestras de la sustancia con la que envenenaron al doble agente ruso Serguéi Skripal, junto con su hija a comienzos de mes en Reino Unido.
"El colega ruso habló sobre las muestras, pero, una vez más, se trata de un malentendido de la Convención [sobre la prohibición de las armas químicas]. La Convención no exige una disposición que obligue al Reino Unido a compartir muestras", cita la agencia Tass la declaración de Allen, pronunciada durante la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU convocada de urgencia por Londres.
Según precisó el Ministerio de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, el objetivo de la reunión consiste en "informar a los miembros sobre la investigación del ataque con agentes neurotóxicos en Salisbury".
Mientras tanto, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha declarado que el formato "a puerta cerrada" de esta reunión indica que el Reino Unido no quiere que "todos vean lo que está sucediendo", además, "la carta enviada por Londres contiene declaraciones y amenazas absolutamente inaceptables contra Rusia".
"Hay una guerra de propaganda antirrusa con el objetivo de influir en el público" y "no se han presentado pruebas, solo acusaciones", aseveró.