El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed ben Salmán, ha anunciado en una entrevista a CBS que su país no se quedará de brazos cruzados si Irán desarrolla una bomba atómica.
"Arabia Saudita no quiere obtener ninguna bomba atómica, pero, sin duda alguna, si Irán desarrolla una bomba nuclear, vamos a seguir su ejemplo lo más rápido posible", ha anunciado el príncipe.
Al mismo tiempo, ha afirmado que "Irán no es un rival de Arabia Saudita" debido a que "su Ejército no está entre los cinco principales del mundo musulmán". Asimismo, ha destacado que la economía saudita supera a la iraní.
La rivalidad entre Teherán y Riad se debe históricamente a la antigua divergencia entre sunitas y chiitas sobre quién es el legítimo heredero del profeta Mahoma. Actualmente, el ultraconservador islam sunita de Arabia Saudita, conocido como wahabismo, considera herejes a los chiitas, y después de la revolución iraní de 1979 los líderes sauditas vieron a Irán como una amenaza para su propio dominiosobre el mundo islámico. Así, en los años posteriores, las dos potencias han respaldado lados opuestos en numerosos conflictos regionales, como en Irak, Siria y Yemen.