Un restaurante de la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC) en Sudáfrica fue escenario de una tragedia el pasado martes, cuando un adolescente murió aplastado por una carga de pollo congelado. El suceso ocurrió en la ciudad de East London, al sureste del país.
La víctima era un menor de 13 años sin hogar que se acercó a un camión repartidor de la cadena para ofrecer su apoyo a cambio de unas monedas. Los trabajadores no accedieron a la oferta, pero no impidieron que el joven permaneciera en el sitio para observar la descarga de alimentos.
Seguidamente, una caja metálica cargada de pollo congelado, harina y especias quedó trabada al momento de ser descendida del vehículo, y acabó cayendo sobre el adolescente. Varios testigos del hecho corrieron a liberar al joven, que logró sentarse y pronunciar algunas palabras antes de desplomarse de nuevo y perder la consciencia.
"La Policía respondió debidamente y el asunto está actualmente bajo investigación", afirmó la oficina de asuntos públicos de KFC en África a Dispatch Live. Sin embargo, los reportes señalan que el menor falleció en el lugar antes de que llegara la ambulancia.