"Las acciones recientes de EE.UU. en Oriente Medio sugieren que no ha aprendido nada de su debacle monumental de hace 15 años, cuando invadió Irak", afirma el exoficial del Pentágono y analista de seguridad Michael Maloof en un artículo para RT.
La estrategia de Washington consistía en derrocar a Saddam Hussein, reemplazarlo con un gobierno favorable a EE.UU. y después cambiar los gobiernos en Siria, Irán y Libia, recuerda Maloof. Al mismo tiempo, el exoficial señala que, teniendo en cuenta que al mando del Pentágono en ese momento estaban unos "neoconservadores proisraelíes", su estrategia convirtió al Pentágono en "un instrumento para llevar a cabo la política exterior de Israel", que percibía a estos países como una amenaza.
La decisión de cambiar de régimen en Irak se había tomado, pasara lo que pasara
El analista recuerda que tres meses antes de la invasión, los sirios contactaron con el doctor Imad Hage, un libanés-estadounidense que residía en Beirut y que era un amigo suyo, en un intento de establecer un contacto con los oficiales del Pentágono en la Oficina del Secretario de Defensa, donde estaba trabajando Maloof en este momento.
Antes de la invasión, Hage había advertido tanto a EE.UU. como a los medios locales en Beirut de que "la guerra tendría un impacto adverso grave en el pueblo iraquí en general y, en particular, en varias minorías que constituyen la población de Irak", escribe el exoficial. "Dijo que EE.UU. podría derrotar a Hussein en un mes pero que esto no traería la paz y la estabilidad a Irak durante décadas", agrega Maloof.
"Me dijo que una guerra 'convertiría a Irak en un sangriento teatro griego' refiriéndose a la violencia y la venganza que surgiría entre la miríada de minorías en el país. También dijo que Irak, que nunca tuvo ningún grupo terrorista en el momento 'al final se convertiría en un refugio para los yihadistas'", escribe el analista.
A continuación, Hage envió un mensaje de Hussein. El acuerdo iba a incluir seis concesiones a cambio de que EE.UU. no atacara a Irak. No obstante, la propuesta fue rechazada por el Pentágono. "¿Por qué? La decisión de un cambio de régimen en Irak se había tomado, pasara lo que pasara", concluye Maloof.
Los siguientes ocho años de guerra en Irak costaron billones de dólares y miles de vidas. "EE.UU. no tiene ningún resultado que mostrar, mientras su influencia en la región entera cayó en picado hasta reducirse casi a la nada".
"Aún así, EE.UU. contribuyó decisivamente al derrocamiento de Muammar Gaddafi, ha ayudado a los salafistas yihadistas intentar derrocar al Gobierno sirio de Bashar al Assad y está casi preparado para emprender otras iniciativas de cambio de régimen en Oriente Medio y otras partes. ¿Aprenderán algún día EE.UU.?", se ha preguntado el analista.