La vida en la Tierra podría verse amenazada si todos los automóviles que se encuentran actualmente en servicio fueran reemplazados por vehículos eléctricos, según lo ha advertido el físico ruso y presidente del Instituto Kurchátov, Mijaíl Kovalchuk.
"En cuanto a los vehículos eléctricos, hay que entender que esto es un puro engaño", ha asegurado el científico en una mesa redonda en el Instituto Kurchátov en Moscú.
Según ha explicado Kovalchuk, si todos los automóviles que circulan por la Tierra pasaran mañana a la electricidad, "habría que triplicar la capacidad de generación", lo que "es imposible". "Y si lo hacen, mañana morirán de las lluvias ácidas porque estarán quemando carbón", ha aseverado.
La lluvia ácida es un fenómeno que se manifiesta cuando la humedad del aire se junta con óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y otros contaminantes emitidos al quemar carbón u otros combustibles fósiles para producir energía eléctrica.
En este contexto, Kovalchuk ha hecho hincapié en la importancia de desarrollar tecnologías amigables con la naturaleza en vez de energía alternativa, es decir, dispositivos que consuman energía en cantidades comparables con las que consumen los animales y las plantas.
¿Acaso no son tan verdes?
Esta no es la primera vez que este físico y miembro de la Academia Rusa de Ciencias alerta del peligro asociado a reemplazar todos los coches por vehículos eléctricos. En otra entrevista ya insistía en la idea de que obtener la capacidad de generación necesaria "es imposible desde el punto de vista técnico o financiero".
¿De dónde obtendríamos la electricidad? ¿En las estaciones de carbón y gas, olvidándonos de la ecología? ¡La tierra se asfixiará por las lluvias ácidas!", advertía el científico.
Sin embargo, múltiples estudios afirman que los autos eléctricos son más eficientes y, por lo tanto, responsables de menos emisiones de gases de efecto invernadero y de otras emisiones que los coches propulsados únicamente por motores de combustión interna.
El Instituto de Investigación de Transporte de la Universidad de Michigan calculó las emisiones de gases de efecto invernadero para los automóviles eléctricos en todo el mundo, quedando sus conclusiones recogidas en un informe difundido en 2017. Los autores del estudio, Michael Sivak y Brandon Schoettle, concluyeron que, en todo el mundo, sin excepción, los vehículos eléctricos emiten menos dióxido de carbono que el coche promedio.