Durante el almuerzo de trabajo celebrado en Tokio con el canciller japonés Taro Kono, el ministro de Exteriores ruso Serguéi Lavrov bromeó sobre la 'injerencia rusa' en el tiempo del país asiático.
Según reveló en Facebook la portavoz de la cancillería rusa María Zajárova, al principio del almuerzo el ministro japonés hizo notar que la delegación rusa trajo consigo la nieve a Tokio. No son habituales unas condiciones meteorológicas así en la capital nipona a estas alturas del mes de marzo.
"Como no interferimos en vuestras elecciones, decidimos interferir en el clima", bromeó el ministro ruso. Según Zajárova, Lavrov "fotografió la nevada en medio de la risa genuinamente sincera de los socios".