En su reunión de este 20 de marzo en la Casa Blanca con el príncipe heredero saudita, Mohamed ben Salmán, el presidente de EE.UU., Donald Trump, se jactó de las armas vendidas a Arabia Saudita exhibiendo varias imágenes del armamento incluido en el acuerdo de venta firmado recientemente con Riad, que asciende a 12.500 millones de dólares.
"3.000 millones de dólares… 533 millones de dólares… 525 millones", comentó Trump mientras apuntaba a las fotografías de cazabombarderos y otras armas. "¡Son pequeñeces para usted!", dijo en broma al príncipe, que se rió como respuesta. Asimismo, el mandatario señaló el impacto económico que tendrán estas ventas en el sector laboral del país norteamericano.
La venta de armas estadounidenses es uno de los factores que ayudan a Arabia Saudita a consolidar su poder en Oriente Medio, incluyendo su intervención en el conflicto bélico en Yemen. El príncipe heredero saudita es un defensor firme de la campaña militar en el país vecino, que dura unos cuatro años y ya se ha cobrado la vida de más de 10.000 personas, causando hambruna en la nación más pobre de la región, según datos de la ONU.