El pasado 17 de marzo, los diarios The Guardian y The New York Times destaparon un gran escándalo relacionado con la filtración de datos personales de Facebook en el que está involucrada Cambridge Analytica, una compañía británica de tecnología política que habría contribuido de manera decisiva a que Donald Trump se convirtiera en presidente de Estados Unidos.
Uno de los protagonistas destacados habría sido Aleksandr Kogan, un psicólogo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) que, con la ayuda de un test psicológico desarrollado por su empresa Global Science Research, habría recopilado datos de 50 millones de usuarios de Facebook y se los habría vendido a Cambridge Analytica.
The Guardian señaló que Kogan, natural de Moldavia —una de las antiguas repúblicas de extinta Unión Soviética—, impartió clases en la Universidad Estatal de San Petersburgo (Rusia). El portal ruso Meduza se comunicó con Yanina Ledovaya, una profesora de la Facultad de Psicología de ese centro educativo, para averiguar en qué consistió un proyecto de investigación conjunto en que trabajaron y por qué determinados científicos recogen datos de los usuarios de redes sociales.
Сolaboración сon una universidad rusa
Ledovaya explicó que "conocimos a Aleksandr Kogan en 2013", cuando "llegó a San Petersburgo como turista y, al mismo tiempo, quería reunirse con nosotros para hablar como psicólogo con psicólogos". Al año siguiente, ese hombre volvió a Rusia y "durante cuatro días dio conferencias y clases magistrales en nuestra facultad", que después le ofrecio una colaboración.
La investigadora detalló que Kogan "acordó ayudarnos a hacer un proyecto sobre redes sociales" con la aprobación de ese espacio docente y expresó su sorpresa porque ciertos medios aseguren que "somos troles rusos y que las raíces de los estudios utilizados por Cambridge Analytica llevan a la universidad donde estudió Putin".
"Exagerada e inexacta"
Yanina Ledovaya estima que esa historia es "exagerada e inexacta" debido a que la investigación en cuestión "no tiene nada que ver" con la firma británica, ya que "Alex terminó su relación con Cambridge Analytica en 2013, mientras que trabajamos en nuestro proyecto entre 2015 y 2017". Además, esa profesora rusa agregó que Kogan no tuvo acceso a los datos del estudio, ya que la mayor parte del tiempo se encontraba en el extranjero y consultaba la información por Skype.
Estudios de redes sociales
Según esta versión, los colaboradores rusos de esa iniciativa solo conocieron que Aleksandr Kogan estaba relacionado con el caso de Cambridge Analytica a través de los medios, ya que su investigación "tocó otros temas". Por ejemplo, pretendía evaluar si es posible distinguir a los usuarios de redes sociales mentalmente sanos de las personas vulnerables para saber a quién enviar publicidad gratuita con ayuda psicológica.
Otro de los aspectos que quisieron aclarar era "si es posible rastrear variables psicológicas en el comportamiento de los autores de publicaciones abiertas en Facebook" en las que escriben mensajes insultantes, actuan de manera agresiva o 'trolean': "Fue el primer estudio de ese tipo en Rusia. Recopilamos datos e hicimos comparaciones. Ahí concluyó el proyecto", concluyó Ledovaya.
"Chivo expiatorio"
El propio Aleksandr Kogan ha aseverado en una entrevista para la emisora BBC Radio 4 que le han culpado de manera injusta por esta filtración masiva. Este científico admite que recolectó datos personales de 30 millones de usuarios de Facebook a través de su aplicación y le facilitó esa información a Cambridge Analytica, cuyos responsables le habrían asegurado que se trataba de una maniobra legal.
Ahora, Facebook y Cambridge Analytica le habrían utilizado como "un chivo expiatorio". "Honestamente, pensamos que actuábamos de manera apropiada" y "hacíamos algo que era realmente normal", ha insistido este académico.