El australiano Beau Shortis, padre de tres hijos, salió del coma dos días después de que su familia, perdida ya toda esperanza, decidiera desconectarle de la máquina de soporte vital, informa 9 News.
El 25 de noviembre, el hombre, de 35 años, fue víctima de una agresión en una calle de Frankston (Australia) que le provocó heridas de gravedad. Sus traumas, entre ellos fractura de cráneo, daños cerebrales, roturas vertebrales, pérdida de visión en un ojo y amnesia, le provocaron un estado de coma, en cual estuvo durante 26 días mientras una máquina lo mantenía con vida. Su estado era tan crítico, que los médicos del hospital Alfred pronosticaron que no despertaría, convenciendo a su familia para desconectarle.
"Mi madre y yo estábamos planeando su funeral mientras esperábamos, porque no teníamos ya esperanza", declaró su hermana Donna Griffiths.
Sin embargo, dos días después de la desconexión, el hombre despertó. Describiendo sus sensaciones de aquel momento, Shortis dijo que rompió a llorar y pensó que "todo era una gran broma". Además, recordó que pensó en sus hijos, confesando que perder a un padre es "algo que no desearía a nadie, especialmente a una edad tan joven".
Los familiares aseguran que tuvieron que atarlo a la cama "porque quería levantarse y pensaba que podía correr". Sin embargo, según el diagnóstico de los médicos, es "poco probable" que pueda volver a caminar hasta que pase un mínimo de seis meses.