El parque nacional estadounidense de Saguaro, en Arizona, está implantando microchips a cientos de sus característicos cactus gigantes, informan medios locales.
Según han comentado representantes del espacio natural, se espera que los chips ayuden a detener el robo de cactus saguaros, algunos de los cuales pueden alcanzar hasta 12 metros de altura y una tonelada de peso. Los dispositivos pueden ayudar a identificar a los cactus que salen del parque, al que dan nombre.
El espacio natural protegido no tiene estadísticas precisas sobre cuántas de estas plantas han sido robadas en su territorio, pero sus directivos saben que ello está sucediendo porque encuentran agujeros donde solían crecer los gigantes saguaro. Cada planta, señalan, puede ser vendida por un precio de hasta 100 dólares.
"La gente piensa que puede simplemente venir y llevarse uno de estos icónicos cactus que dan nombre al parque", afirmó Kevin Dahl, gerente del programa de la Asociación de Conservación de Parques Nacionales del estado de Arizona. A partir de ahora tendrán que pensárselo dos veces.