La creciente tendencia de los países de la UE de repatriar las reservas del oro está planteando preocupaciones en Bruselas, comentó a RT el especialista de Precious Metal Advisory Switzerland, Claudio Grass. El proceso es especialmente peligroso por el hecho de que lleva a la desintegración, y a su vez, a disturbios, inestabilidad, más control e intervención gubernamental, agregó.
"Los bancos centrales han empezado la repatriación desde hace unos años ya, es decir, desde antes del Brexit, la cuestión de Cataluña, Trump, AFD (el partido euroescéptico Alternativa para Alemania), o las crecientes tensiones entre el Politburó de Bruselas y las naciones de Europa del Este", agregó Grass.
Por lo tanto, los bancos centrales podrían haber visto todos esos síntomas antes de que la gente se diera cuenta. Todo ello quiere decir que el mundo se está alejando más del sistema centralizado, explicó el experto.
Grass destacó que los países europeos ven el oro como el principal seguro en el caso de si terminan retornando a sus divisas nacionales. El analista explica que en el mundo occidental, los gobiernos están forzando a la gente a renunciar a entre el 35 % y el 65 % de sus ingresos y a ponerlo en mecanismos obligatorios como fondos de pensiones, seguros de jubilación o impuestos, entre otros.
"Si le quitas el 100 % de los frutos del trabajo a una persona, se define como esclavitud... Por lo tanto, todavía hay espacio, pero tampoco se ve bien el asunto".
En esta relación, Grass ha añadido que la desintegración acelerada de la eurozona y el surgimiento de los partidos nacionalistas de derechas con una política clara van en contra de la UE. En consecuencia, el colapso del euro, de la "moneda más artificial de todos los tiempos", "es solo la cuestión del tiempo", culminó el experto.