Desde el año pasado distintos países muestran interés por los complejos antiaéreos rusos S-400 Triumf. Turquía firmó un contrato de compraventa, mientras que Arabia Saudita acordó las condiciones de venta y negocia el programa de licencia.
El suministro de los sistemas antiaéreos rusos ya se realiza a China y Bielorrusia, y se espera que pronto se firme un acuerdo con la India. Catar e Irak, por su parte, abordan los detalles de posibles acuerdos.
El autor del artículo en el portal Zvezda, Vladímir Karnozov, opina que a EE.UU. no le agrada el incrementado interés por los sistemas antiaéreos rusos en el mercado internacional. Karnozov se hace eco de las palabras del comandante del Mando Central de EE.UU. (CENTCOM), Joseph Votel, quien a finales de febrero afirmó que algunos de los socios estadounidenses "están buscando fuentes alternativas del equipamiento militar" y se dirigen "a rivales como Rusia y China".
"Cuando nuestros socios se dirigen a otras partes [por la técnica militar], esto disminuye la interoperabilidad y desafía nuestra posibilidad de incorporar sus contribuciones en los esfuerzos conjuntos durante las operaciones", declaró Votel.
Al explicar los deseos de los aliados de EE.UU. de adquirir las armas necesarias en otros países con "las consideraciones políticas, costos o velocidad de suministro", Votel "admitió abiertamente la falta de competitividad de los productos estadounidenses en una competición directa con las mejores muestras extranjeras", sostiene el autor del artículo.
"Cuando uno no puede ganar una lucha competitiva justa, se ve obligado a activar la amenaza de sanciones económicas", escribe Karnozov en relación a lo que considera la postura del Gobierno estadounidense.
El periodista también destaca las advertencias de la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, quien señaló que Washington se empeña en "informar a los gobiernos extranjeros" sobre la Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés), firmada por Donald Trump el 2 de agosto del año pasado.
"Esta ley está destinada contra Rusia, Irán y Corea del Norte, así como contra los países que colaboran con ellos en materia de cooperación técnico-militar", resume Karnozov. El periodista señala que desde el Departamento de Estado advirtieron sobre posibles sanciones económicas contra quienes se dirijan a Moscú con el fin de fortalecer su defensa y aumentar la cooperación militar, haciendo hincapié en la adquisición de los sistemas S-400.
Reforzar la defensa
El sistema de defensa antiaérea S-400 puede alcanzar objetos que se mueven por el aire —incluidos aviones y misiles de crucero— a una distancia de 400 kilómetros. Asimismo, es capaz de interceptar objetivos balísticos que se desplacen a velocidades de hasta 4,8 kilómetros por segundo y a altitudes de varias decenas de kilómetros.
Desarrollado por el consorcio Almaz-Antéi, el S-400 Triumf fue creado para la destrucción de los aviones estratégicos y tácticos, misiles balísticos, blancos hipersónicos y otros medios de ataques aéreos con el fin de proteger importantes centros administrativos y económicos de bombardeos de los enemigos.