El amplio esfuerzo coordinado que condujo a la mayor expulsión colectiva de diplomáticos rusos en la historia fue probablemente premeditado. Así lo afirmó el embajador ruso en EE.UU., Anatoli Antónov, precisando que el envenenamiento del agente doble Serguéi Skripal habría sido solo un detonante.
"La escala del daño infligido y la campaña de información que le precedió sugieren que lo más probable es que se planificara con antelación, y que simplemente fue pospuesto para el momento adecuado", aseveró Antónov, según le cita la embajada a través de su cuenta en Facebook.
La primera ministra británica, Theresa May, había afirmado anteriormente sin fundamentación alguna que era "muy probable que Rusia fuera responsable" de lo ocurrido al exagente y su hija Yulia, quienes se encuentran en estado crítico tras el ataque sufrido el pasado 4 de marzo en la ciudad británica de Salisbury.
"La ausencia de hechos que confirmen las acusaciones de Washington y Londres en contra nuestra no puede dejar de suscitar sospechas de una estrecha coordinación y planificación conjunta de lo sucedido", señaló el embajador. Apuntó además a sus esfuerzos por utilizar el frenesí en torno al caso Skripal para sus propios intereses.
"Los problemas internos de los que Washington y Londres intentan desviar la atención con la 'amenaza rusa', no irán a ninguna parte. A nuestros oponentes no les gusta que Rusia sea fuerte y poderosa, capacidades que han sido demostradas recientemente", acotó Antónov.
Este lunes, Washington decidió expulsar a 60 diplomáticos rusos por el caso Skripal, además de ordenar el cierre del consulado ruso en Seattle. Otros 22 países, entre ellos 16 Estados miembros de la Unión Europea, anunciaron medidas similares, aunque a menor escala.