Las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia interceptaron seis aeronaves espía en las fronteras del país durante la última semana. Así lo muestra el Ministerio de Defensa ruso en una infografía publicada en su periódico oficial, Krásnaya Zvezdá (Estrella Roja).
Los militares rusos señalan que un total de 23 aeronaves extranjeras llevaron a cabo operaciones de reconocimiento a lo largo de los límites nacionales del país en ese mismo periodo de tiempo, sin que se haya permitido ninguna incursión en el espacio aéreo ruso.
A finales de enero, un avión espía estadounidense EP-3E fue interceptado por un Su-27 en el Mar Negro cerca de la península de Crimea, en un incidente que fue tachado de "inseguro" por Washington, alegando acercamientos peligrosos por parte del caza ruso. Moscú calificó esa intercepción como "normal y absolutamente legal", y criticó que EE.UU. provocara un "revuelo incesante" alrededor de estos casos "rutinarios" con la intención de despertar "sentimientos rusofóbicos".