El capitán del avión de la aerolínea rusa Aeroflot inspeccionado este viernes en el aeropuerto de Heathrow (Londres, Reino Unido), Vitali Mitrofanov, ha revelado que las autoridades británicas estuvieron buscando sustancias prohibidas a bordo de la aeronave, informa la agencia Ria Novosti.
"Apareció un grupo de cinco o seis personas con un perro. Declararon que necesitaban examinar la aeronave en busca de objetos prohibidos para el transporte", dijo Mitrofanov a los periodistas.
"Se presentaron como 'Border Force', es decir, el servicio aduanero", ha afirmado el capitán, señalando que solo tres servicios tienen derecho de inspeccionar el avión: LBA (Servicio alemán para el tráfico aéreo), SAFA (Programa europeo para la seguridad del transporte aéreo) y Rosaviatsia (Agencia federal rusa de transporte aéreo).
"Esto ha superado todos los límites", agregó.
El piloto también ha señalado que el registro, que duró en total unos diez minutos, fue realizado en contra de las reglas, ya que se hizo sin el acompañamiento de la tripulación del avión.
"Ni siquiera pude yo, no tuve oportunidad de observar sus acciones. De acuerdo con nuestras reglas, cada inspector debe estar acompañado por un asistente de vuelo. Aceptamos estas acciones solo por acuerdo con el cónsul y de los representantes de seguridad de vuelo, para poder completar el vuelo", señaló Mitrofanov.
"Me encontraba en la cabina con la puerta abierta y solo pude observar cómo operaban en el pasillo. No vi muchos de los compartimentos que estaban registrando, no tuve oportunidad", agregó. Además, el capitán ha asegurado que no le presentaron ningún documento de la inspección.
Rusia ha exigido una explicación oficial del incidente a través de una nota diplomática enviada por la Embajada rusa en Reino Unido. Desde Moscú afirman que Londres se ha negado a explicar la inspección irregular que realizó en la aeronave, lo que condenan como una grave provocación británica.