Un informe confidencial del Ministerio de Defensa de Alemania, una copia del cual está en poder de la revista Der Spiegel, revela que los 93 cazabombarderos Panavia Tornado que tiene la Fuerza Aérea alemana necesitan una modernización urgente.
Solo 10 de estos aviones reúnen los requerimientos de la OTAN y ya están encomendados a la Fuerza de Reacción de la Alianza desde enero pasado. Para el resto la edad del modelo, diseñado e introducido en los años 1970, es solo parte del problema.
Algunos defectos hacen de los Tornado aparatos vulnerables y no aptos para las misiones de combate. El informe cataloga parte de ellos como "críticos". En particular, es obsoleto el conjunto de cableado, las comunicaciones de los pilotos no están encriptadas apropiadamente y el avión carece de un identificador amigo-enemigo. No se sabe si se pueden modificar esas aeronaves para que sigan en servicio hasta el 2035, como estaba planeado, ni si la erradicación de algunos de dichos defectos es "técnicamente posible", según la revista alemana.
Los desperfectos que tiene el Tornado son conocidos desde hace tiempo y en varias ocasiones provocaron repercusión pública. Así, en el 2016 su participación en la coalición internacional contra el Estado Islámico fue puesta en tela de juicio cuando se descubrió que las herramientas de la cabina exponen el avión a un posible ataque durante las misiones nocturnas por su iluminación excesiva.
La Luftwaffe (Fuerza Aérea alemana) tenía programado comenzar a deshacerse de estos aviones a partir del año 2025. Los sustituiría con gran probabilidad el Eurofighter Typhoon, pero entre las alternativas están siendo estimados también los aviones de fabricación estadounidense Lockheed Martin F-35, Boeing F-15 y F-18. Entre otras exigencias que presentan al posible sustituto figura la capacidad de portar las bombas nucleares de caída libre B-61.