Seis de los quince medicamentos más vendidos en España pueden tener efectos peligrosos a la hora de conducir. Los síntomas principales que generan son visión borrosa, mareos, vértigo y una menor capacidad de respuesta al volante. Según datos aportados por la Dirección General de Tráfico y recogidos por Bolsamanía, estos son los seis medicamentos, de la lista de los 'bestsellers' peligrosos para la conducción:
- Nolotil. Es el fármaco más vendido en España. Este analgésico puede afectar a la concentración y a la capacidad de reacción.
- Trankimazin. Es un ansiolítico que puede producir depresión, somnolencia, trastorno de la coordinación, fatiga y mareos.
- Orfidal. Se trata de otro ansiolítico que puede producir depresión, confusión, sensación de ahogo, descoordinación y debilidad muscular.
- Tramadol. Es un analgésico de la familia de los opiáceos. Algunos de sus efectos secundarios son mareos, cefaléas, pesadez, somnolencia, náuseas y vómitos.
- Metformina. Es un fármaco para tratas la diabetes que puede provocar náuseas, vómitos o diarreas.
- Lormetazepan. Este ansiolítico contra los trastornos del sueño tiene algunos efectos adversos los calambres, fatiga, vómitos o somnolencia.
La DGT alerta de que el 25% de los medicamentos que se consumen en España afectan a la capacidad de conducción, y de que el 80% de las personas que los consumen a diario lo desconocen. De hecho, el 5% de los accidentes de tráfico está relacionado con el consumo de medicamentos, sostiene la institución pública, que informa de la puesta en marcha en unos años de controles de medicamentos en carretera.
Un 17% de los conductores españoles afirma estar bajo tratamiento farmacológico. Aunque los medicamentos contienen advertencias sobre la peligrosidad de su uso mientras se conduce, el 76% de estos pacientes afirma no haber sido advertidos por los profesionales sanitarios, publica el periódico.
Analgésicos, ansiolíticos, antialérgicos, antiarrítmicos, antidepresivos, antidiabéticos, antigripales, antihistamínicos o antitusivos, son algunos de los remedios con los que hay que extremar las precauciones, pues en muchos casos sus efectos secundarios son incompatibles con la conducción.