"Toda la situación" en torno al envenenamiento del exagente doble Serguéi Skripal y de su hija Yulia, demuestra que EE.UU. "ha abierto el segundo frente de la guerra de información contra Rusia". Así ha opinado este lunes el diputado ruso y miembro del Comité de la Duma Estatal para Seguridad y Anticorrupción Adalbi Shjagoshev.
Según el político, si "inicialmente solo Washington fue el iniciador de todos los ataques mediáticos" contra Moscú, ahora ha decidido cambiar de táctica, para que "otro jugador en el escenario mundial lance este tipo de ataques contra Rusia".
Intereses mutuos en un "juego injusto"
Así, "la elección de EE.UU. cayó sobre el Reino Unido", un país "importante y significativo" que "no es comparable con jugadores más humildes".
Por otro lado, según Shjagoshev, tanto Washington como Londres "tienen su propio interés en este juego injusto": Reino Unido busca "cooperar más estrechamente con EE.UU. debido al 'Brexit'", y EE.UU. lo aprovecha "para poder decir que no está solo en la guerra de información contra Rusia".
Sea como fuere, "sin lugar a dudas" ya podemos decir que "el precio de las acusaciones de Londres contra Rusia por el envenenamiento de Skripal es igual al contenido del tubo que el [ex]secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, mostró a todo el mundo", concluyó el parlamentario, en referencia a las afirmaciones de Powell en 2003 de que tenía pruebas de armas de destrucción masiva en Irak.