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Su privacidad sí importa: ¿Qué pasa si intentas robar la basura de Mark Zuckerberg?
"¿La destroza? ¿La quema? ¿La come? Es posible que nunca lo sepamos", señala un periodista que intentó hacerse con los desechos del fundador de Facebook.
Mark Zuckerberg parece que sí se preocupa por su privacidad y ni siquiera es posible hurgar en su basura, según un experimento fallido que realizó Joe Veix y explica en un artículo para The Outline.
A este periodista se le ocurrió esa idea en 2014, cuando el fundador de Facebook compró una casa en San Francisco (California, Estados Unidos), a un par de kilómetros de donde vivía en aquel momento.
El autor del artículo fue a visitar esa residencia de manera inmediata porque "tener la dirección de una de las personas más ricas y poderosas del mundo podría ser útil".
El objetivo
Cuatro años después, Joe Veix decidió obtener más información sobre los hábitos e intereses de Zuckerberg en función de sus residuos para "creanr mi propio perfil publicitario" sobre su persona y, posiblemente, vender esa información "a las marcas cuyo objetivo es ese codiciado grupo demográfico 'masculino, 18-34, multimillonario'".
Además, "ahora que la industria del periodismo ha sido destruida en gran parte gracias a Facebook", probablemente podría "ganar más dinero vendiendo basura de un multimillonario raro que escribiendo como 'freelance'".
La 'misión'
Tras asegurarse de que hurgar en la basura de una persona no era ilegal, un día de recogida Veix se dirigió hacia la vivienda de Zuckerberg, pero descubrió que robar su basura no era nada fácil.
En primer lugar, se encontró con al menos cuatro personas que, aparentemente, vigilaban su casa, así que fingió que había perdido sus llaves y le preguntó a uno de los 'guardias' si podía buscar en los contenedores.
Esos tachos pertenecían a la casa de al lado, pero dio igual: estaban vacíos. De hecho, es posible que Mark Zuckerberg ni siquiera deje su basura en la calle porque "es muy rico" y podría pagar los servicios de empresas privadas que eliminan los desechos.
"Entonces, ¿qué pasa con la basura de Mark Zuckerberg? ¿La destroza? ¿La quema? ¿La come? Es posible que nunca lo sepamos", destaca el autor de este artículo.
El escándalo
Una semana después de este intento fallido estalló el escándalo de privacidad de Facebook. Aunque el periodista opina que "nada en esa situación era particularmente nuevo", a medida que la polémica se intensificaba la imposibilidad de obtener la basura de Zuckerberg "le molestaba" cada vez más.
"Él tenía un océano de datos personales sobre mí y todos los que conocía, pero no teníamos nada sobre él. Necesitaba igualar el puntaje", cuenta Veix.
El segundo intento
Entonces, decidió probar suerte de nuevo, esta vez en la residencia principal que el ejecutivo posee en Palo Alto. No fue difícil de encontrar el lugar aunque, "extrañamente", su entrada está borrosa en Google Street View.
El lugar estaba rodeado por una cerca de alambre, había unas obras y dos camionetas de seguridad vigilaban la puerta de entrada. Los contenedores de basura estaban detrás de una valla y no había manera de alcanzarlos. En la parte trasera, más allá del sitio en construcción, había un enorme muro que bloqueaba la vista por completo.
"Es interesante reflexionar sobre cómo la privacidad puede ser un privilegio solo para los ricos", señala Joe Veix, quien concluye: "Ojalá a Mark Zuckerberg le importara tanto la privacidad del resto del mundo como la suya".
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