"Rusia nunca ha fabricado la sustancia tóxica Novichok", ha afirmado el embajador de Rusia en Reino Unido, Alexánder Yakovenko, en rueda de prensa.
"Cerramos todos nuestros programas químicos en 1992. Empezamos a destruir todas las armas químicas y hemos completado este proceso", ha subrayado el embajador. "En Rusia no hay sustancias tóxicas de grado militar, es un hecho", ha recalcado Yakovenko.
Al mismo tiempo, el diplomático lamentó que las relaciones bilaterales entre Rusia y Reino Unido hayan caído "al nivel más bajo en comparación con años anteriores".
En su discurso, el embajador ha pedido transparencia a Reino Unido y ha pedido a su Gobierno que dé acceso público a los resultados del informe de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) cuando esté preparado.
En lo que se refiere a la investigación de la OPAQ, Yakovenko también ha subrayado que entre los expertos deben figurar representantes de varios países.
El pasado 3 de abril el jefe del laboratorio de Porton Down, Gary Aitkenhead, anunció que sus integrantes no han podido determinar en qué país fue fabricada la sustancia con la que fue envenenado el ex agente doble y su hija, aunque sí confirmaron que se trataba de Novichok y era de grado militar.
"Nuestro trabajo consiste en proporcionar pruebas científicas de la naturaleza de este agente nervioso en particular; hemos identificado que es de esta familia y que es de grado militar, pero no es nuestro trabajo decir dónde fue fabricado", expresó Aitkenhead.
- El pasado 4 de marzo Serguéi Skripal, ex agente doble de origen ruso, y su hija Yulia fueron envenenados con un agente nervioso en territorio británico, hecho que Londres atribuyó a Moscú sin presentar pruebas sobre las que apoyar su acusación.
- Moscú rechazó cualquier implicación y solicitó acceso a la investigación, si bien el Gobierno británico no ha autorizado la cooperación rusa y no ha proporcionado a Moscú muestras de la sustancia.
- El envenenamiento se tradujo en una crisis diplomática entre Reino Unido y Rusia que ha desembocado en la expulsión de decenas de diplomáticos rusos de más de 20 países que avalan la posición británica.